Este 2024, es el año en el que cielo asombrará a los seguidores de la astronomía, quienes han podido admirar una serie de eventos celestiales que han captado indudablemente su interés. Los presentes fenómenos astronómicos han sido foco de estudio y entusiasmo a lo largo de la historia, influyendo en la cultura y la ciencia. Tal ejemplo, se espera este mes de Octubre, que presentará un evento destacado: el cometa de Halloween oficialmente conocido como C/2024 S1 (ATLAS). El cometa, recorrerá el cielo en las próximas semanas, pacta ser un espectáculo especial e inolvidable para los espectadores. El cometa de Halloween alcanzó su punto más cercano a la tierra el día 23 de Octubre de 2024, cuando su magnitud se situó en 9.0. No obstante, el magnífico fenómeno se potenciará cuando se aproxime al Sol. Su perihelio, que es mientras se encuentra más cercano a nuestra estrella, sucedió el pasado 28 de Octubre. En el transcurso del evento su brilló aumentó considerablemente, alcanzo una magnitud de -3.3, lo que permitió su observación a simple vista en diversas localidades, especialmente en el hemisferio sur. Se anticipa que entre el 29 y 31 de Octubre se podrá observarlo desde el hemisferio norte, con la condición de que sobreviva a su paso cercano al Sol. Para contemplar con facilidad el cometa, se recomienda utilizar un telescopio pequeño y dirigir la vista hasta el cielo antes del amanecer. Además, es importante buscar un lugar con escasa contaminación lumínica y un cielo despejado, lo que aumentará las posibilidades de avistamiento. C/2024 S1 ATLAS es un cometa de la familia Kreutz que realiza un acercamiento significativo al Sol. Su orbita tiene una alta inclinación y excentricidad, lo que significa que, al llegar su perihelio, se encuentra a una distancia extremadamente cercana del Sol. Este fenómeno causa que el cometa se vuelva visible desde la Tierra, y su período orbital es significativamente largo, es decir, que tardará años en volver a acercarse. Acorde con National Geographic, los astrónomos opinan que los cometas como este, son fragmentos que se desprendieron de un cometa mayor que se habría destruido en épocas pasadas. Sin embargo, la teoría mencionada no ha sido confirmada de manera definitiva. El recorrido de cometas rasantes ha marcado sin duda en la historia de la astronomía. Cometas de esta clase y el de Ikeya-Seki en 1965 y Lovejoy en 2011 son ejemplos de eventos celestiales que sorprendieron a los observadores, ya que su brillo pudo ser visto incluso durante el día. AS