“El hombre sufre tan terriblemente en el mundo, que se ha visto obligado a inventar la risa”, célebre frase de Friedrich Nietzsche, filósofo y poeta alemán considerado uno de los pensadores contemporáneos más influyentes del Siglo XIX. Doscientos años más tarde, la risa sigue siendo una de las mejores terapias para mantener la salud… constituye el primer lenguaje del ser humano como una manera de comunicación innata. De entre todas las señales emocionales, la sonrisa es la más contagiosa, el simple hecho de sonreír alienta los sentimientos positivos y resulta benéfica para el cuerpo y el espíritu. La gran respuesta al llamado del pasado domingo y lunes a la voz de las mujeres mexicanas exigiendo seguridad y un alto a la violencia, nos permitió una amplia sonrisa, efecto de la magia química de nuestro cerebro reaccionando ante el respeto de valorar las necesidades. Se dice que las personas con buen humor viven más, porque la risa aligera el peso de la existencia, regalar una sonrisa es fácil y generalmente regresa.En pleno Siglo XXI, la risa debería ocupar un primerísimo lugar en este espinoso universo de calamidades. Vivimos en un mundo de violencias en el que podemos sembrar amor y amistad, sanar diferencias con respeto y tolerancia; afortunadamente existen cosas extraordinarias que nos hacen vivir y sonreír.... sonriamos pues con bondad y ternura, alisando el camino para llegar a nuestros semejantes.