Los muros de la Fundación Jesús Álvarez del Castillo guardan, silenciosos, una rica historia de cultura, periodismo, intercambio de ideas y enriquecimiento del arte. Un espacio en el corazón de nuestra ciudad donde siempre es posible encontrar una actividad vivificante.Su exterior, magnífico ejemplo de la arquitectura de la Perla de Occidente de la primera mitad del siglo XX, ya es una invitación para admirarlo.Pero es adentro donde sus tesoros te dejarán sorprendido. Amplios y cómodos, además de bien iluminados y diseñados para ser acogedores todo el año. Así son los salones interiores de la Fundación.Su elegante decoración se ve engalanada por las primeras planas de EL INFORMADOR, en las cuales literalmente se ha escrito la historia del siglo XX.Observar las portadas es dar una veloz vuelta por la historia mundial, desde los grandes eventos que marcaron a México y al mundo, pasando por guerras, la paz, triunfos deportivos e hitos en el arte.Pero el edificio en sí tiene también una larga historia. Lo que hoy es la Fundación fue sede de la Universidad Autónoma de Occidente (hoy Universidad Autónoma de Guadalajara). Su fundación data de 1935. Luego de que la Universidad Autónoma decidiera irse a otro lugar, el complejo se utilizó como un mercado, con diferentes comercios en sus salones, que aprovecharon la excelente ubicación que tiene el edificio. Esto sucedió así hasta que fue adquirido por Don Jorge Álvarez del Castillo, quien lo remodeló y adecuó para el objetivo que ahora tiene: Ser casa de las artes y el conocimiento.Fundada en 1991 por Don Jorge Álvarez del Castillo Zuloaga, la institución abrió sus puertas en 1998, con la misión de ofrecer sus espacios para el desarrollo de las artes.Desde entonces, en el interior de la Fundación se han llevado diversas actividades donde la cultura, el aprendizaje y la apreciación del arte se han anidado en sus rincones. Entre los eventos, destacan conciertos a cargo de músicos de renombre nacional e internacional; exposiciones pictóricas y fotográficas de artistas tapatíos, jaliscienses y de todo el territorio nacional. Festivales, encuentros y ciclos encontraron aquí un hogar en el cual crecer a lo largo de los últimos años.La fundación ha sido sede de importantes muestras, entre las que destaca el evento anual de Filatelia Jalisco, y eventos de varios géneros culturales como subastas, presentaciones de libros, conciertos, exposiciones de botánica, entre otros. Al exterior de la Fundación se encuentra la Plaza de la Reforma. Conocida anteriormente como Plaza de Santo Domingo por estar ubicado frente al que fuera templo y convento del mismo nombre, durante los años de 1858 y 1860; este sitio sirvió como campo de batalla durante la Guerra de Reforma, quedando semidestruido lo que fuera el templo y convento, en su lugar, el año de 1876 se construyó el actual templo de San José, por lo que la plaza se llamó igual. En homenaje a los reformistas jaliscienses y a la batalla que se sostuvo aquí obtuvo su nombre actual.LEE MÁS del Suplemento Pasaporte cada domingo en la edición impresa de EL INFORMADOR o consulta la edición hojeable a continuación: