Según un reporte detallado de la Secretaría de la Defensa Nacional contenido en los archivos del hackeo masivo conocido como Guacamaya Leaks, la Defensa Nacional detalla que los drones, son usados por los cárteles mexicanos debido a sus características: no son detectables, su neutralización requiere equipos especializados, son de bajo costo, tienen facilidad de compra y de uso, tienen navegación precisa, capacidad de carga y existe una legislación limitada para regularlos.A raíz de la falta de regulación para evitar el uso de estos artefactos por parte del crimen organizado, a finales de abril pasado, el Congreso avaló reformas a la Ley de Armas de Fuego y Explosivos para castigar el uso de estos por parte de la delincuencia organizada, tras presiones del Ejército al gobierno federal, pero la oposición acusó que la nueva redacción de la normativa no era suficiente para detener el crecimiento en su uso.Las Fuerzas Armadas han detectado que los ataques de drones se han dado en operaciones múltiples o simples y hay "drones suicidas" con cargas explosivas o con la capacidad de liberación.La Defensa Nacional detectó que los principales grupos criminales que utilizan los drones en nuestro país es el Cártel Nueva Generación (CNG), Cárteles Unidos y el Cártel de Santa Rosa de Lima —con presencia en Jalisco, Michoacán y Guanajuato—.Además, esta refirió que el crimen organizado tiene la capacidad de comprar drones de alta gama y de utilizarlos en varias tareas: con cámaras de detección térmica, sistemas de liberación improvisados por impacto, visualización de objetivos a kilómetros de distancia con cámaras profesionales, además de artillarlos con explosivos de uso militar o industrial, incluso de liberación química.En diciembre de 2024, este mismo medio publicó que los Cárteles Nueva Generación y Sinaloa reclutan a exmilitares y exguerrilleros colombianos con diferentes habilidades bélicas para fortalecer sus capacidades de combate contra sus rivales y las fuerzas de seguridad.Los más requeridos por ambos grupos criminales son los expertos en la fabricación y uso de explosivos caseros para drones y minas, tácticas militares cada vez más usadas entre los cárteles mexicanos, que ya se hicieron presentes en la guerra que libran las facciones de Los Chapitos y Los Mayos en Sinaloa.El mismo documento obtenido de Guacamaya Leaks admite que desde 2017 fue incrementando la incautación de drones explosivos en estados como Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Puebla; pero la Secretaría de la Defensa alertó por su uso desmedido entre grupos criminales en cinco estados de Michoacán: Aguililla, Aquila, Chinicuila, Coalcomán y Tepalcatepec.De cada 12 ataques con artefactos explosivos desde drones, al menos nueve elementos del Ejército y dos policías perdieron la vida. La configuración de los ataques con uso de drones suele ser múltiple, es decir, se utilizan hasta tres drones por ataque; pero si es un atentado en contra de una sola persona o autoridad, los criminales suelen usar un solo dron de precisión.Ante el incremento en el uso de Artefactos Explosivos Improvisados (AEI) por parte de la delincuencia organizada, la Secretaría de la Defensa propuso la creación de un Batallón de Respuesta a Emergencias por AEI en la Guardia Nacional, pero el mismo no se ha creado.El gabinete de seguridad detectó que se triplicaron las importaciones de drones y sus refacciones, algunos de los cuales son utilizados por la delincuencia organizada.El documento JW-10 Mesa de Explosivos detalla que, en 2019, la importación de drones con capacidad de carga explosiva —no solo de fuego, sino de riego y fumigación— fue de 273 operaciones de compra; para 2021 ya se hacían 760 operaciones. En total, entre 2019 y 2021 se realizaron mil 522 importaciones con varios artefactos, entre ellas, drones.La mayoría de estas importaciones se hicieron a China (730 compras), seguido de Hong Kong (547) y Estados Unidos (212). Otros países que han vendido drones a México son Suiza, Canadá, Alemania, Corea, Arabia Saudita, Singapur y Panamá.En cuanto a las refacciones de drones de este tipo, México pasó de realizar 670 operaciones de importación, en 2019; a mil 742, en 2021. En total, en esos tres años se realizaron 3 mil 267 operaciones de importación de partes de drones.El documento admite que fue en 2020 cuando "se incrementó el uso de drones comerciales —de adquisición legal en México— como sistemas de liberación de artefactos explosivos, utilizados principalmente por grupos de la delincuencia organizada".*Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp. AO