El 1 de noviembre, durante la celebración del Festival de Velas en Uruapan, Michoacán, el alcalde Carlos Manzo fue víctima de un ataque armado. A pesar de los esfuerzos médicos para salvarlo, falleció en un hospital de la región. La agresión ocurrió en la explanada de la Iglesia de la Inmaculada, donde también se abatió a uno de los atacantes. Las autoridades están investigando el caso para capturar a los responsables del crimen. Tras el asesinato, figuras políticas como la presidenta Claudia Sheinbaum, el secretario de Seguridad Omar García Harfuch, y el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, garantizaron que no habría impunidad en este caso. Según el fiscal general de Michoacán, Carlos Torres Piña, las primeras investigaciones apuntan a que el homicidio fue planificado por al menos dos personas.Este trágico suceso causó gran consternación en la comunidad, y más de 20 mil personas se manifestaron en Uruapan exigiendo justicia y el fin de la violencia en la región.Carlos Manzo estaba casado con Grecia Quiroz, quien además de ser su esposa, ocupa el cargo de presidenta honoraria del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). Juntos, formaron una familia y tuvieron dos hijos, quienes en ocasiones acompañaban a sus padres a eventos públicos, como el Festival de Velas.Aunque los detalles de su vida privada se mantienen en reserva, Grecia Quiroz compartió, durante el homenaje póstumo a su esposo, unas emotivas palabras. Aseguró que, aunque le arrebataron la vida, la lucha de Carlos Manzo continuará: "Aunque apagaron su voz, no apagarán esta lucha. Seguiremos su legado, lucharemos junto al movimiento del sombrero", expresó. Grecia también subrayó que el trabajo de su esposo, quien enfrentaba la violencia y el crimen organizado sin temor a perder la vida, no terminará. La comunidad de Uruapan, añadió, está harta de la violencia que arrebata vidas, y aseguró que seguirán luchando por un futuro mejor para sus hijos y su región.EE