La discusión en torno a la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) sigue atascada en un callejón sin salida. Fue a finales del 2023 cuando la Junta de Coordinación Política (Jucupo) de la Cámara de Diputados, anunció que los diálogos y la discusión de la reforma serían pospuestos para el mes de marzo del 2024, el cual ya ha dado inicio. No obstante, fue la creadora misma de la iniciativa, Susana Prieto Terrazas, la que dio a conocer la gran falta de apoyo que existe hacia la misma. Esto quiere decir que cabe la probabilidad latente de que la reforma a la LFT, que busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas, no sea debatida en la Cámara de Diputados este marzo, y que vuelva a posponerse hasta la incertidumbre. El camino a la reforma no es sencillo. No bastan los discursos políticos, ni la postura de miles de mexicanos que buscan un cambio verdadero en la forma en la que viven y trabajan. En primer lugar, en caso de que las modificaciones fueran aprobadas por los diputados federales, la reforma tendría que pasar al Senado de la República, donde sería discutida por el pleno de la cámara alta.Si fuese aprobada por los senadores, el siguiente paso sería que la reforma tuviese el visto bueno de al menos 17 congresos de entidades federativas de México. Si estos 17 congresos aprobaran la reforma a la LFT, solo entonces sería oficializado en el Diario Oficial de la Federación, lo que indica que todavía falta mucho para que la reforma sea siquiera algo próximo o viable. Habrá que aguardar a que la Cámara de Diputados inicie el debate este marzo, en medio de un panorama incierto en el que también han iniciado ya las campañas a la presidencia de la República, y las preocupaciones por la jornada laboral y sus horarios comienzan a quedar relegados a un segundo lugar.Los trabajadores mexicanos tendrán que esperar.Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsAppFS
