El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) juega un papel fundamental en la vida de las personas trabajadoras formales en México, pues este no solo proporciona seguridad social durante su trayectoria laboral, sino que también se encarga de gestionar las pensiones para el retiro. Las y los empleados que cotizan bajo el esquema de la Ley del IMSS de 1997 van acumulando semanas cotizadas y aportaciones en su cuenta individual de Afore. Una vez que cumplen con los requisitos establecidos, pueden solicitar su pensión.Sin embargo, una de las inquietudes más comunes surge cuando un trabajador deja de cotizar por un periodo prolongado: ¿sus semanas cotizadas siguen siendo válidas o se pierden con el tiempo?De acuerdo con información del Instituto Mexicano del Seguro Social y del portal especialista en economía, MiBolsillo, cuando un trabajador deja de laborar y deja de realizar aportaciones al IMSS, sus semanas cotizadas no desaparecen. No obstante, esto no significa que pueda solicitar su pensión en cualquier momento, ya que debe conservar el derecho a hacerlo.El IMSS establece un periodo de conservación de derechos, el cual equivale a la cuarta parte del tiempo total cotizado. Es decir, si una persona acumuló mil semanas de cotización antes de dejar de trabajar, tendrá un plazo de 250 semanas (aproximadamente 5 años) para tramitar su pensión sin necesidad de volver a cotizar.Si el trabajador no solicita su pensión dentro de este periodo, deberá reactivar sus aportaciones para recuperar su derecho a pensionarse. Esto se logra al reincorporarse a un empleo formal que cotice ante el IMSS. Dependiendo del tiempo que haya pasado desde la última cotización, los requisitos varían:El número de semanas necesarias para obtener una pensión varía según el régimen bajo el cual se haya cotizado:*Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp. AO