El Senado aprobó la reforma constitucional que prohíbe el cultivo de maíz transgénico en México, durante una sesión marcada por un intercambio de acusaciones entre Morena y el PAN. Los morenistas criticaron al PAN por defender a empresas trasnacionales como Monsanto, las cuales han sido beneficiadas por la venta de granos genéticamente modificados.La propuesta, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, recibió el respaldo en términos generales de 97 votos a favor, provenientes de Morena, PT, PVEM, PRI y MC, mientras que 16 legisladores del PAN votaron en contra, argumentando que no existen pruebas científicas que demuestren que el maíz transgénico cause daño a la salud o a la biodiversidad. La reforma será ahora enviada a los congresos estatales para su revisión y posible aprobación. Al final de la discusión, el coordinador del PAN, Ricardo Anaya, generó controversia entre los senadores de Morena al citar un libro del exsecretario de Agricultura, Víctor Manuel Villalobos, para argumentar que no existe evidencia científica que relacione los transgénicos con el cáncer. “No se espanten”, dijo Anaya a los morenistas, añadiendo que la mayoría de los alimentos que consumimos provienen de organismos genéticamente modificados.Ante esto, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, descendió de la Mesa Directiva para reprocharle a Anaya por defender a empresas como Monsanto. La senadora Ana Lilia Rivera también intervino, recordando que el expresidente Felipe Calderón aprobó el uso de maíces transgénicos, asegurando que no habría contaminación de los maíces nativos, lo cual, según ella, ha resultado ser falso y los daños han sido irreversibles. "A sus socios no les gusta esta reforma", subrayó Rivera.El senador morenista Félix Salgado Macedonio respondió a las críticas de los priístas y panistas, quienes acusaron a la 4T de abandonar al campo, cuestionándoles con qué autoridad hablaban, ya que fueron ellos quienes, en su opinión, destruyeron el sector agrícola y usaron a los campesinos con fines políticos y electorales. En su intervención, el senador Óscar Cantón Zetina destacó que la reforma busca evitar que la especulación y la biotecnología sin regulación dependan de monopolios extranjeros. Subrayó que esta medida favorece la soberanía alimentaria, protegiendo el derecho de las futuras generaciones a consumir maíz natural.El exgobernador de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez, y otros senadores del PAN pidieron que, además de proteger los maíces nativos, también se consideren los híbridos o criollos, que no han sido modificados genéticamente, se han adaptado a diversos climas y suelos, y contribuyen a la competitividad del campo mexicano.Salgado Macedonio, en tono de mofa, se dirigió a los senadores que se decían campesinos pero que, según él, “tenían manos de seda y andaban muy trajeados”, a lo que un panista respondió que su familia había trabajado en el campo y que él mismo había sido migrante.Después de más de cinco horas de discusión, la reforma a los artículos 4 y 27 de la Constitución fue aprobada, estableciendo que "México es centro de origen y diversidad del maíz, que es un elemento de identidad nacional, alimento básico del pueblo de México y base de la existencia de los pueblos indígenas y afromexicanos. Su cultivo en el territorio nacional debe ser libre de modificaciones genéticas producidas con técnicas que superen las barreras naturales de la reproducción o la recombinación, como las transgénicas".Finalmente, el coordinador de Morena, Adán Augusto López Hernández, concluyó el debate asegurando que la reforma sería aprobada mayoritariamente, ya que su partido y sus aliados representan a la mayoría de los mexicanos. "Vamos a seguir cuidando a nuestro país, no nos vamos a equivocar", afirmó. EE