La propuesta de reducir la jornada laboral en México de 48 a 40 horas semanales ha desatado un debate significativo en el ámbito laboral y empresarial. Mientras muchos trabajadores ven esta medida como una oportunidad para mejorar su calidad de vida, algunos sectores, debido a la naturaleza de sus operaciones, consideran que aún necesitarán mantener horarios extendidos, e incluso turnos dobles, para cumplir con sus funciones.El debate sobre la reducción de la jornada laboral ha ganado relevancia en los últimos años, especialmente después de que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destacara que México tiene una de las jornadas laborales más largas del mundo. La propuesta busca alinear la legislación mexicana con estándares internacionales, ofreciendo a los trabajadores más tiempo para descansar y conciliar su vida personal con la laboral.Diversas organizaciones y legisladores han impulsado la iniciativa, argumentando que una jornada reducida podría mejorar la productividad y el bienestar de los empleados. Sin embargo, el sector empresarial ha manifestado su preocupación sobre los posibles efectos negativos en la competitividad y los costos operativos. Esto ha generado incertidumbre sobre la viabilidad de aplicar una jornada laboral más corta en todos los sectores.A pesar de la posibilidad de aprobación de la reforma, algunos sectores, como el de la salud, seguridad, transporte, manufactura e incluso comercio, podrían mantener horarios extendidos debido a la naturaleza continua de sus operaciones. En estos casos, la reducción de la jornada podría implicar la necesidad de reorganizar los esquemas laborales o contratar más personal para asegurar la continuidad de los servicios, especialmente en áreas donde la demanda es constante o los turnos largos son necesarios.SV
