El alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, declaró una crisis humanitaria y solicitó apoyo a las Naciones Unidas para atender a los aproximadamente cinco mil migrantes centroamericanos que intentan cruzar a Estados Unidos mediante una petición de asilo. “Como hay ausencia, apatía y abandono por parte del Gobierno federal, estamos recurriendo a las instancias internacionales, como la ONU”, dijo Manuel Figueroa, director de Servicios Sociales del municipio fronterizo. Los cancilleres de El Salvador, Guatemala, Honduras y el designado para el futuro Gobierno de México, se reunieron en la capital guatemalteca para definir una política para apoyar a migrantes, tras el éxodo de centroamericanos a Estados Unidos.“El encuentro busca la finalidad de impulsar acciones que generen desarrollo y aborden las causas estructurales de la migración irregular”, indicó la cancillería guatemalteca.En la cita, participan los cancilleres Sandra Jovel (Guatemala), María de Dolores Agüero (Honduras), Carlos Castañeda (El Salvador) y Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores designado y representante personal del Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).Además estuvo presente la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcenas.“El objetivo de este encuentro es generar los lineamientos de una declaración política que viabilice un plan de desarrollo en el que se incluyan acciones orientadas a propiciar el más alto nivel de desarrollo para los cuatro países, basada en objetivos comunes”, indicó el comunicado.Uno de los ejes que se acuerden debe cumplir “la condición de que se desarrollen y analicen desde una óptica migratoria, siendo países de origen, tránsito, destino y retorno es necesario el abordaje de la migración durante todo el ciclo migratorio”.Miles de centroamericanos iniciaron una travesía el 13 de octubre cuando un grupo de hondureños partió en caravana hacia Estados Unidos para huir de la violencia y la pobreza en su país.Al menos dos caravanas de hondureños con niños, mujeres y ancianos y otra de salvadoreños, a las que se han unido guatemaltecos y nicaragüenses, llegaron a la frontera México-Estados Unidos en busca del “sueño americano”.
