En los suelos yesosos de Tonalá, Oaxaca, científicos del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) descubrieron una nueva especie de planta carnívora: la Pinguicula tonalaensis. Aunque mide apenas 20 centímetros, esta pequeña maravilla utiliza sus hojas como una trampa pegajosa para capturar insectos.A diferencia de las famosas venus atrapamoscas, que cierran sus lóbulos como mandíbulas, la Pinguicula tonalaensis recurre a una estrategia más sutil. Sus hojas están cubiertas de tricomas glandulares, diminutos “pelos” que segregan sustancias pegajosas y enzimas digestivas, funcionando como un verdadero “papel atrapamoscas natural”. El hallazgo fue confirmado tras análisis de ADN y comparaciones morfológicas con otras especies conocidas, explicó Jorge David López-Pérez, doctorando del CUCBA y uno de los investigadores que lideró el estudio.De acuerdo con los expertos, esta planta posee una única flor blanca y solitaria, crece en suelos de yeso y pertenece a un grupo de especies gipsófilas del género Pinguicula, del cual México alberga alrededor de 55 variedades, la mayoría endémicas.Aunque inofensiva para el ser humano, los investigadores advierten que la Pinguicula tonalaensis ya podría considerarse en Peligro Crítico de Extinción, según criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Pinguicula tonalaensis: A) Roseta de invierno; B) Roseta de verano; C) Hojas de invierno; D) Hojas de verano; E) Superficie de las hojas de verano; F) Tricomas de las hojas, pedúnculo, cáliz y superficie del tubo de la corola; G) Cáliz; H) Vista frontal de la corola; I) Tricomas de los lóbulos superficiales de la corola; J) Vista lateral de la variación del tubo de la corola; K) Fruto maduro; L) Semillas. Ilustrado por Ericka Belén Cortez Castro basado en el tipo (J. López-Pérez y G. Munguía-Lino 680) y material fresco. El descubrimiento no solo amplía el conocimiento sobre la biodiversidad mexicana, sino que también rinde homenaje al lugar que la vio surgir. “Es emocionante trabajar con especies desconocidas; no podemos conservar lo que no conocemos”, destacó López-Pérez.En el estudio también participaron la doctora Guadalupe Munguía-Lino, el doctor Aarón Rodríguez Contreras y el investigador independiente Sergio Zamudio. Conoce aquí la investigació completa: https://www.botanicalsciences.com.mx/index.php/botanicalSciences/article/view/3657/5495Con información de la UdeG.EE