Hace 20 años un grupo de vecinos y empresarios de la Plaza Tapatía buscaban realizar un reglamento de imagen y construcción de la zona para unificar todos los edificios. Para ello tenían un presupuesto de 150 mil pesos, pero el proyecto les costaba 500 mil pesos. Para reunir los recursos pensaron en realizar un evento con un grupo musical pero por algunas razones esto nunca se concretó.En el camino los promotores se encontraron al arquitecto y doctor en Movilidad, Luis Felipe Siqueiros, especialista en Planeación Urbana quien les propuso realizar un proyecto que cambiara la manera de pensar de los tapatíos y hacer una ciudad más unidad y humana.Luis Felipe Siqueiros les recomendó al exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa para que les ayudará a realizar el proyecto. Peñalosa llegó a Guadalajara el 9 de septiembre del 2003 para conocer la ciudad y ofrecer una serie de conferencias. En sus pláticas, el colombiano recalcaba la belleza del Centro Histórico de Guadalajara, lo bonito del bosque de La Primavera y de la barranca de Huentitán, por lo que sugirió unirlos con un proyecto integrador.“Nos empezó a platicar todo lo que hizo en Bogotá en tres años de alcalde y la decisión fue ir a Colombia a ver los proyectos que había hecho, entre ellos la Ciclovía de Bogotá”, recordó José Palacios Jiménez, promotor del proyecto y presidente de la Fundación GDL 500 (anteriormente, Guadalajara 2020).El 31 de enero del 2004 los promotores tapatíos viajaron a Bogotá para ver la Ciclovía que tiene 120 kilómetros y en la que participan dos millones de personas cada domingo. “Fuimos en bicicleta y vimos todas las actividades que había y como la gente gozaba de este espacio público y fue cuando decidimos replicar este proyecto en Guadalajara”.Fue así que el domingo 12 de septiembre del 2004 se inauguró la Vía RecreActiva de Guadalajara, con una extensión de 11 kilómetros entre la glorieta Minerva y Tetlán.“El objetivo era unir ‘las dos Guadalajaras’ que se decía estaban divididas por la calzada Independencia. El arranque fue justamente por eso de Tetlán a La Minerva”, recordó José Palacios.La primera jornada fue de las 8:00 a las 12:00 horas. “Esperábamos alrededor de cinco mil usuarios y tuvimos 32 mil visitantes el primer día”, recordó con emoción.Con el paso del tiempo, la Vía RecreActiva amplió su horario de las 8:00 horas a las 14:00 horas, además de que crecieron los kilómetros y las rutas.La vía cuenta ahora con 73 kilómetros y tiene diversas rutas en Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá. Se estima que cada domingo asisten más de 300 mil personas a disfrutarla.Además de José Palacios otros impulsores del proyecto fueron Rocío Herrera, Tomás López Miranda y Lucy Barriga. De acuerdo con el entrevistado hay varios retos para mejorar la Vía RecreActiva, como el que se tengan más jóvenes de servicio social que son los que están en los cruceros, también falta que los municipios mantengan los uniformes y colores institucionales de los servidores y mejorar la señalética, además de realizar más actividades alrededor de la misma.José Palacios asegura que la Vía RecreActiva, además de unir a los tapatíos, también ha sido un factor fundamental para la limpieza de la imagen urbana. “Cuando empezamos a sacar las fotos de la vía comenzamos a ver la contaminación visual que teníamos en el mobiliario urbano y los árboles. Entonces logramos también que los municipios aprobaran una iniciativa para prohibir el uso de pendones”, afirmó.
