Nada detiene la ordeña de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Jalisco. La Fiscalía General de la República (FGR) informó ayer que descubrió seis tomas clandestinas en Zapotlanejo, específicamente en el kilómetro 216 del poliducto Salamanca-Guadalajara, en el poblado conocido como Potrero Negro. La dependencia federal refirió en otro comunicado de prensa que sus agentes aseguraron en la colonia Guadalupana, en Tonalá, una camioneta con 86 bidones de hidrocarburo presuntamente sustraído de las tuberías de la paraestatal. A esto se añaden los decomisos, reportados esta misma semana, de combustible robado en Degollado, El Salto y El Arenal. En esta última demarcación hubo dos detenidos que fueron vinculados a proceso. Esto ocurre cada vez más en el Estado a pesar de que Pemex ha impulsado estrategias como un sistema para detección de fugas en el que participaron el Instituto Mexicano del Petróleo, el Centro de Investigación Científica y de Educación de Ensenada y el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México. Dicha herramienta se diseñó para ubicar los robos en tiempo real con ayuda de tecnología de punta que funciona de manera remota y sin intrusión en la infraestructura. Este esfuerzo se suma a la estrategia que en 2019 lanzó el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para combatir el huachicoleo en el país. Sin embargo, fracasó y el ilícito va al alza. El operativo incluyó la vigilancia del Ejército y la Guardia Nacional en la infraestructura de Pemex. “En los sexenios anteriores, la Secretaría de Hacienda veía el huachicoleo como algo normal y de antemano lo daba por descontado de la contabilidad pública. Nos tocó decir ‘basta’. Con el apoyo de la gente que resistió la escasez de gasolinas (en 2019) y con la activa participación de las Fuerzas Armadas, hemos podido eliminar prácticamente esta actividad delictiva”, afirmó el Mandatario luego de que implementó la medida, que consistió en cerrar el flujo del petrolífero, lo que provocó desabasto en el territorio nacional y largas filas de habitantes que esperaron durante horas para poder cargar el tanque de sus automóviles. Con AMLO, de diciembre de 2018 a noviembre de 2023 sumaron más de 62 mil tomas clandestinas. Con Enrique Peña Nieto fueron 28 mil en el mismo número de meses. Uno de los eventos más graves ocurrió el pasado 9 de marzo, cuando dos mil 100 habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara fueron desalojados luego de que una toma clandestina causó una fuga que alcanzó los 12 metros de altura en un poblado de Tonalá. Las labores para repararla duraron más de siete horas. Un día después los vecinos señalaron que dicha actividad ilícita es una constante en el ducto que pasa por el municipio metropolitano. Ese día, los vapores de la gasolina expulsada se extendieron por 3.5 kilómetros a la redonda, por lo que el Ejecutivo estatal activó una alerta atmosférica. Además, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) suspendió el servicio de luz en las colonias afectadas para evitar una tragedia.Sólo de 2022 a 2023, las tomas clandestinas en la Entidad se dispararon de 613 a dos mil 230. Jalisco ocupa la segunda posición a nivel nacional en tomas clandestinas. Sólo lo supera Hidalgo. Después están Veracruz, el Estado de México y Puebla. En contraste con estos datos oficiales, el 19 de marzo la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) del Gobierno federal, Rosa Icela Rodríguez, afirmó que durante la actual administración se documentó una disminución del 94.3% en el robo de combustible. Alfonso Gutiérrez Santillán, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), criticó que no hayan funcionado las medidas que puso en marcha el Gobierno federal para detener esta práctica. “Lo que está realizando el Gobierno federal son los programas de vigilancia de vida de los ductos, en los que participan activamente la Secretaría de la Defensa Nacional y elementos de seguridad de Pemex. Ellos no pueden cubrir los ductos que hay en todo el país y eso es aprovechado por los delincuentes”, comentó el experto.Rubén Ortega, quien es integrante del Observatorio de Seguridad y Justicia de la UdeG, cuestionó el actuar de las corporaciones de seguridad, ya que han fallado en labores de inteligencia e investigación. Agregó que los aseguramientos de hidrocarburo hurtado, como el mencionado en Tonalá, se dan por “situaciones circunstanciales”.
