En plena Semana Santa, el municipio de Talpa de Allende luce vacío. El presidente municipal, Martín Guzmán Peña estima que desde el día ayer han llegado un máximo de veinte peregrinos a los que se les invita regresar a sus hogares pues todas las actividades están cerradas.El municipio realiza esta invitación en el filtro sanitario ubicado en el arco de la entrada del municipio, donde también se toma la temperatura, se otorga gel antibacterial y si se tiene algún síntoma se le deriva al Centro de Salud.Guzmán aclara que la poca afluencia de peregrinos es resultado de un trabajo en el que aportan diferentes municipios con sus filtros sanitarios, pues “hay filtros en el crucero de Mascota y Ameca, en el caso de Guadalajara también invitan a que NO vengan para acá y en los municipios de Guachinango, Atenguillo y Mixtlán invitan al regreso a los hogares a pocas personas que tienen la intención de venir”.El presidente reconoce que el cierre de negocios es “un impacto brutal para los habitantes” pues de los 430 giros en el municipio, 365 de ellos permanecen cerrados desde el pasado tres de abril, por ser considerados como actividades no esenciales.Talpa de Allende recibe en promedio tres millones y medio de visitantes entre el mes de marzo y la Semana Santa, y a lo largo del año recibe otros dos millones. Esta es la primera ocasión en que se cancela la peregrinación, pues cuando ocurrió la cancelación de visitas por influenza en 2009, era el mes de mayo.NR
