Los cambios en la presente administración del SIAPA no ayudaron a que fuera más eficiente y que bajaran las deudas del organismo.“Debo 24 mil pesos. Dejé de pagar el servicio desde hace varios meses y ahora no tengo dinero para salir del problema. Tendré que acudir al organismo para firmar un convenio de pago”, lamenta Matías Hernández, vecino de la Colonia Tabachines.La cartera vencida de usuarios del SIAPA está en aumento y se ubica en casi 17 mil millones de pesos en este año, una cifra récord de acuerdo con una respuesta del organismo a través de Transparencia. El director del SIAPA, Carlos Torres Lugo, reconoce que al menos la mitad de los adeudos “ya prescribieron o no son cobrables”.Los problemas en la cobranza son un lastre en el sistema. Mientras en 2019 la eficiencia en el cobro era de 83%, disminuyó a 66% en este año. “Hay un rezago en el cobro porque no están monitoreadas ni inventariadas todas las cuentas. Y las que hay, se les carga a los usuarios que pagan más dinero”, acentúa Arturo Gleason, académico de la Universidad de Guadalajara.El gobernador electo, Pablo Lemus, contesta que aplicará una reingeniería para solucionar las problemáticas administrativas, como la cartera vencida. “Vamos a consolidar el Sistema Tributario de Jalisco. Ya no se permitirá que cada dependencia pueda estar cobrando su cartera porque esto se presta a mucha discrecionalidad. Habrá una dependencia que cobrará todas las cuentas del Estado”. Comentó que la escuela de técnicos del SIAPA volverá para tener un sistema profesional y mejorar las finanzas y el servicio.Por otra parte, el pago de la nómina para los trabajadores creció: al iniciar la administración estatal, el SIAPA tenía dos mil 864 empleados de todos los niveles y ahora son tres mil 144. El gasto en la nómina devora una tercera parte del presupuesto anual del sistema intermunicipal. Las quejas contra el servicio también se incrementaron. “El agua sale turbia por el rumbo de Río Nilo, entre José Rubén Moreno y Luis Alfaro. Mi filtro tiene menos de un mes y ya está sucio”, lamentó Rubén Camacho, vecino de esa zona.Las inconformidades de usuarios son por el agua sucia y por el desabasto del líquido: “¿Cuándo regresará a la Colonia Nueva Santa María en Tlaquepaque? No hay daños en las tuberías y tenemos dos semanas sin servicio”, comenta Alejandra Suárez.El número de quejas se disparó a más de dos mil 500 el año pasado, la cifra más alta en todo el sexenio. Por eso la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) emitió una recomendación, con la intención de que se solucionen las fallas.Luis Valdivia, académico de la UdeG, critica que hay un deterioro en el servicio: “Por un lado, en el tema de calidad van varios años, incluso desde la pandemia, que empezó a verse la disminución de la limpieza del agua que llega a la ciudad”.El director Carlos Torres Lugo compareció hace un año ante el Congreso de Jalisco para rendir cuentas sobre el agua turbia y el desabasto en la metrópoli, reconociendo que 20% de la red hidrosanitaria requiere renovarse. Para eso se necesitan ocho mil millones de pesos que no tiene el organismo.“Tenemos más reportes de suciedad de las redes del SIAPA, una eficiencia de cobranza baja y el doble de la cartera vencida. Dejan al organismo con muchas deudas”, indica Josué Daniel Sánchez, especialista en gestión de recursos hídricos. CT
