Miércoles, 26 de Febrero 2025

Vaticano muestra texto que el Papa Francisco preparó desde el hospital

En el texto, el papa da seguimiento al ciclo catequético sobre “Jesucristo, nuestra esperanza”

Por: Alexia Desiree Lepe Lucas

El Papa reflexiona sobre dos importantes figuras de la Biblia. EFE / ARCHIVO

El Papa reflexiona sobre dos importantes figuras de la Biblia. EFE / ARCHIVO

A pesar de la cancelación de la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco preparó un texto desde el hospital que el Vaticano compartió.

Dándole seguimiento al ciclo catequético sobre “Jesucristo, nuestra esperanza”, el Papa hace una reflexión sobre el misterio de la Presentación de Jesús en el Templo, 40 días después de su nacimiento. Dicha presentación deja entrever la obediencia de María y José a la Ley judía, quienes integraron a su hijo en una familia, un pueblo y una alianza, además que cuidaron su crecimiento mientras ellos mismos iban creciendo “en la comprensión de una vocación que los supera con creces”.

Posteriormente, el Papa dirige su atención a las otras dos figuras presentes en el Templo: los ancianos Simeón y Ana.

Un testigo de fe, esperanza y amor

Simeón toma al Niños Jesús en brazos, deseando que se cumplan las promesas de Dios a Israel, y se consuela al ver que es el Salvador. Expresa sus sentimientos “con un cántico lleno de sentido agradecimiento, que en la Iglesia se ha convertido en la oración del final de la jornada”: el Nunc dimittis, que comienza así: “Ahora, Señor, puedes dejar que tu siervo se vaya en paz, según tu palabra…”.

En su texto, el Papa afirma que "Simeón es testigo de la fe recibida como don y comunicada a los demás; (…) testigo de la esperanza que no defrauda; (…) testigo del amor de Dios, que llena de alegría y de paz el corazón humano".

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La esperanza se reavivó en nuestros corazones

Por su parte, Ana, viuda dedicada enteramente al servicio y la oración, ve la salvación en el Niño Jesús. El Papa explica que al ver al niño “Ana celebra al Dios de Israel, que ha redimido a su pueblo precisamente en aquel Niño, y lo habla difundiendo generosamente la palabra profética”.

El Papa continuó: “El canto de redención de los dos ancianos hace resonar el anuncio del Jubileo para todo el pueblo y para el mundo. La esperanza se enciende en los corazones en el Templo de Jerusalén, porque Cristo, nuestra esperanza, ha entrado en él”.

Peregrinos de esperanza

Finalmente, el Papa Francisco concluyó su reflexión haciendo una invitación a imitar a Simeón y Ana, “estos peregrinos de la esperanza”, capaces de ver más allá de las apariencias “que saben acoger con alegría la visita de Dios y reavivar la esperanza en el corazón de los hermanos”.

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