Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), realizó el pasado 18 de febrero su quinta visita a Japón con el fin de supervisar la tierra contaminada tras el desastre nuclear de Fukushima, ocurrido el 11 de marzo de 2011. Grossi visitó la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa (KK) —la de mayor capacidad del mundo—. Después de que el terremoto Tohoku, de magnitud 9 en la Escala sismológica de magnitud de momento, provocara un tsunami en la costa noreste de Japón. La central nuclear se vio inundada por el emplazamiento de la marea, cuyas olas alcanzaron más de 12 metros de altura. Tras el desastre, se retiraron aproximadamente 13 millones de metros cúbicos de tierra y 300 mil metros cúbicos de ceniza orgánica de toda la prefectura de Fukushima como parte de los esfuerzos de descontaminación.Japón planea reciclar aproximadamente el 75 % del suelo retirado tras el accidente nuclear, específicamente aquellas porciones con bajos niveles de radiación que podrían destinarse a proyectos de ingeniería civil, como la construcción de carreteras.En un informe publicado en septiembre pasado, el OIEA afirmó que el "enfoque japonés para el reciclaje y la gestión de suelos y residuos radiactivos cumple con los estándares de seguridad establecidos por el organismo".El OIEA también supervisó el vertido controlado al océano Pacífico de agua procesada y contaminada procedente de la central nuclear de Fukushima Daiichi, un proceso iniciado en el verano de 2023 que ha generado oposición por parte de pescadores locales y países vecinos, especialmente China.La OIEA también inspeccionó la planta conocida como KK, con una capacidad superior a 8 mil megavatios (MW), que permanece parada desde el cese de operaciones nucleares decretado por las autoridades japonesas tras la catástrofe.En abril de 2024, el Gobierno japonés informó que había comenzado la carga de combustible en esta planta como paso previo a su reapertura, la cual fue autorizada por el regulador nuclear tras fortalecer las medidas de seguridad antiterroristas.La visita de Grossi coincidió con la aprobación del nuevo plan energético de Japón para los próximos cinco años, que establece por primera vez que las energías renovables se conviertan en la principal fuente de producción del país para 2040.En la actualidad, Japón tiene 26 reactores nucleares clausurados de forma definitiva, 20 en parada temporal (incluidos los 7 de Kashiwazaki-Kariwa) y 13 en funcionamiento.*Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp.AO