Sábado, 01 de Noviembre 2025

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

La escuela del dolor

Por: Alonso Solís

La escuela del dolor

La escuela del dolor

Un profundo vínculo guarda la Universidad con su mundo circundante: he aquí una idea fundamental que Enrique Díaz de León (1890-1937) expresó en su discurso de toma de posesión como primer rector de la Universidad de Guadalajara, el 12 de octubre de 1925 en el Teatro Degollado.

“[T]enemos que contestar a los problemas cuya resolución vaya a llevar alivio al enfermo, pan al hambriento, actividad al brazo anquilosado, trabajo a la mano ociosa, justicia al desvalido”. Estas palabras encarnan el espíritu humanista de fray Antonio Alcalde, así como la conciliación entre la teoría y la práctica, el “pensamiento creador” y el “trabajo fecundo”. Porque la Universidad de Guadalajara se caracteriza, ante todo, por su espíritu moderno. Tiene por fin, no contemplar filosóficamente una verdad eterna, sino contribuir a la resolución inteligente de problemas prácticos.

El rector se muestra contundente al respecto: haciendo suyas las palabras de Justo Sierra, afirma que “no es lícito al universitario pensar exclusivamente para sí mismo”; también debe pensar en su patria e, incluso, en el género humano.

Gran fe muestra, además, en los jóvenes estudiantes. “Vosotros sois —reza el fragmento más conocido del discurso— la médula de esta obra. Sois el fin y sois el principio de ella. Sois la universidad”. “Don de los dioses”, la juventud conlleva “la esperanza de tiempos mejores, el ansia de redención, la constante inspiración hacia la felicidad que quizá nunca se alcance”.

El discurso termina citando los versos finales de un poema de Argüelles Bringas, Fuerza y dolor, cuyo eje es la idea de que el individuo se hace a sí mismo con cada sufrimiento —una lección que tal vez debiéramos recordar más seguido—. 

Por todo ello, más que simples profesionistas, la educación universitaria forma seres humanos. Forma “hombres de lucha”. La educación implica una lucha espiritual por alcanzar nuestra humanidad: he aquí otra idea fundamental que Díaz de León desea transmitir a los universitarios.

Decir, sin embargo, que “la escuela del dolor (…) es la mejor escuela” no equivale a loar el sufrimiento o a promover el nihilismo; es un exhorto a encontrar sentido en nuestro dolor y placer en la afanosa búsqueda de la verdad. Como ilustra el celebérrimo mito platónico de la caverna, la educación es una empresa personal que requiere esfuerzo, dolor y sacrificio.

En resumen, el ideal de la educación reside en “[d]esentrañar (…) todas las facultades” y “hacer surgir la fuente en la que abreven todas las ansias de conocimiento”. Lo cual permite, según el rector Díaz de León, el cumplimiento de la vocación; de ahí que la Universidad de Guadalajara se propusiera hace cien años abrir “nuevos caminos para que cada quien siga la senda de su propio destino”. ¿Cuántos destinos no se habrán cumplido desde entonces?
 

Temas

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones