Lunes, 10 de Noviembre 2025

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Invasión pirata en aeropuerto tapatío

Por: Jonathan Lomelí

Invasión pirata en aeropuerto tapatío

Invasión pirata en aeropuerto tapatío

Apenas crucé la puerta hacia el vestíbulo de llegadas nacionales en el Aeropuerto de Guadalajara cuando un joven me abordó: 

-¿Uber? ¿taxi?

-¿Cuánto a la colonia del Fresno?- le pregunté.  

-$750       

-Te pasas, carnal- le reclamé y luego le reviré-: el taxi oficial me cobra $500. 

-Pero conmigo sales ahorita mismo y con el taxi del aeropuerto haces fila una hora.

Sonreí, displicente. 

Si los $500 pesos ya me parecen un robo, mucho más los $750 de un taxi pirata pues se trata de choferes de plataforma que te ofrecen el servicio por fuera de la aplicación de Uber, Didi o InDrive. 

Yo llevaba un as bajo la manga. 

Hace un mes el Aeropuerto tapatío anunció el servicio de Shuttle, una camioneta tipo Van de 11 plazas que te traslada de la terminal aérea al centro de Guadalajara por 150 pesos por persona. 

Seguí mi camino. Cuatro conductores más me ofrecieron el servicio de “Uber” o taxi pirata. Calculo que había una decena como mínimo. No vi un solo elemento de la Guardia Nacional o personal de seguridad. 

En el módulo del Shuttle me informaron que el vehículo salía cada hora y acababa de partir. Asimismo, el trayecto era en escalas Aeropuerto-Central Nueva-Parque Revolución-Minerva-Expo Guadalajara. 

Hice cuentas y revisé Google Maps. Eran las cinco de la tarde del miércoles. El traslado en Shuttle saldría en $300, pues éramos dos, más otros $100 del taxi del Centro a mi casa. El recorrido vía Central Nueva marcaba más de una hora de trayecto, más una hora de espera. Y no había comido. 

Decidí pagar mejor un taxi oficial del Aeropuerto. Regresé a los módulos y en el camino me volvieron a abordar dos jóvenes ofreciéndome un “Uber”. 

Pagué el ticket del taxi legal y me formé para esperar. 

Un señor de chaleco fosforescente nos empezó a ordenar en una fila marcial según nuestro número. Éramos unas diez personas formadas y en el horizonte no se veía un solo taxi. Iban en el turno 17 y yo tenía el 35. 

Pregunté cuánto tiempo se estimaba la espera: una hora, más o menos, me respondieron. 

Me jalé los cabellos. 

Barajaré mis opciones. 

1) Pagar un taxi oficial caro, pero seguro y esperar una hora. 

2) Pagar carísimo un taxi pirata y subirme con un desconocido en la entidad con más personas desaparecidas pero salir de inmediato. 

3) Pagar un Shuttle relativamente más barato pero hacer un rodadero y esperar una hora. 

4) Caminar al Oxxo y pedir un Uber en la aplicación con el riesgo de que la Guardia Nacional nos detuviera. 

A todas había que añadirle el tráfico de las obras de la Línea 5 en Carretera a Chapala. 

¿Qué hubieran hecho ustedes? Había una quinta opción: el Camino del Guerrero. 

Cancelé mi taxi. Fueron amables. En dos minutos me hicieron la devolución. 

La parada del transporte público está a 300 metros a mano derecha del área de llegadas nacionales. Hay una ruta que te deja en el Centro de Guadalajara.   

Llegué a casa en transporte público una hora y media después con sólo dos camiones y 19 pesos. Sentí el mismo alivio de quien evita un robo. 

En el trayecto hallé otro mundo, no menor al nuestro, como dijo Cristóbal Colón, pero esa es otra historia que quizás después les contaré. 

P.D.  Mañana abordaré con datos y documentos este tema.

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