Pocas personas de la vida pública me son tan repugnantes como Ricardo Salinas Pliego. No comparto su ética empresarial, mucho menos su visión política. El Tío Richi, su personaje en redes sociales, es lo más detestable en Twitter o X, donde la competencia, por cierto, no es menor. Su campaña, lastimosamente abrazada por algunos panistas y otros personajes de la derecha, es tan populista como el populismo que dice atacar, llena de odios, clasismos e información falsa.Dicho esto, hay que decir que la campaña contra Total Play, una de las empresas de grupo Salinas, encabezada por la secretaria de las Mujeres en el gabinete de Claudia Sheinbaum, Citlalli Hernández, es una enorme tontería, un abuso de poder y una pésima señal de un gobierno, urgido en mandar mensajes de confianza a la inversión.El Gobierno federal tiene el derecho y la obligación de hacer que Salinas Pliego pague hasta el último centavo de lo que debe en impuestos, así como el empresario tiene la obligación de pagar y tuvo y ejerció el derecho a defenderse legalmente. Hoy hay una sentencia firme y definitiva que lo obliga a pagar y el Estado mexicano debe hacer todo lo legalmente posible para asegurar el cobre, incluyendo el embargo.Más allá de su pobre desempeño en el Gobierno, que es motivo para otra columna, Citlalli Hernández es el típico caso de quien cree que el poder es para usarlo como se le antoje. Usar el puesto y la tribuna que le da el nombramiento para llamar a un boicot contra las empresas de un personaje que se ha convertido en enemigo político es tan antiético como lo que dice combatir. Al meterse como secretaria de Estado en un tema que no le corresponde, provocó que cientos de mujeres que trabajan en grupo Salinas y que nada tienen que ver con el comportamiento del empresario, reclamaran que la secretaria atenta contra su fuente de trabajo, y peor aún, terminó haciéndole el caldo gordo, como se dice coloquialmente, a la empresa: Total Play lleva varios días siendo tendencia en redes. Dicho de otro modo, Citlalli Hernández le hizo una campaña gratuita.Mientras la obsesión de algunos miembros del gabinete es generar un ambiente propicio para la inversión tratado de que Méxcio vuelva a crecer, otros personajes como la secretaria de las Mujeres manda el mensaje de que el poder es para ejercerlo como les plazca sin importar el Estado de Derecho.Se entiende que en todos los gabinetes existen secretarios que llegan por compromisos con el partido o con el antecesor. Mantenerlos en el puesto es responsabilidad únicamente de quien detenta el poder. La decisión de qué perfiles quiere en el gabinete es de la Presidenta y solo de la Presidenta.diego.petersen@informador.com.mx