La pandemia, con todos sus elegantes misterios, nos ha cambiado la manera de vivir y percibir el habitual mundo que teníamos. Y todo parece indicar que aún no vemos el final del túnel.Por un lado hay quien ya le dio con síntomas muy leves, y a quién de plano se le complicó tanto que acabó con su vida. Pero de lo que sí estamos ciertos, es que la medicina alternativa y popular, han encontrado ya remedios que han hecho ver al virus menos amenazante de lo que es. Y lo curioso, es que se le apuesta más a la vacuna, que a esos remedios que han demostrado su eficacia, pero que ninguna autoridad ha querido asumir la responsabilidad de reconocerlos.De que hay esperanzas y de que hemos de salir del reto, es un hecho, con teorías de conspiración y falacias mediáticas, la población queremos ya dejar éste trago amargo y continuar con nuestras vidas.La mayoría hemos aprendido mucho del valor tan grande que tiene cuidar nuestra salud, apreciar los eventos familiares y sociales y contar con una mayor estabilidad laboral y económica. Ahora sí que cada quien a su modo, ha sorteado este 2020 como ha podido y le ha sacado jugo a su experiencia.Me quedo con las ganas de vivir, de luchar, de reír, de amar y de no doblegarnos ante estos desafíos.Me quedo con lo mejor de este año, que también lo ha tenido. La otra cara de la misma moneda.Ahora sí que hasta el más necio y ciego, algo bueno le puede sacar a este año.Reflexionar, meditar, orar y ser solidarios con la familia y rescatando el enorme valor de la amistad.De esos amigos que si están en las buenas y en las malas y que se han hecho presentes. Para ellos dedico ésta columna, su aprecio es invaluable.Muchos buenos amigos ya se quedaron en el camino, los que quedan hoy, los abrazo más que nunca.Felices fiestas de fin de año y gracias por acompañarnos en ésta aventura.
