- ¡Compañero! -exclama Juan- ¡Pos, ¿dónde se ha metido?! Nos tiene abandonados. ¿Alguien le hizo una mala cara o qué?-¡Tranquilo, mi querido Juan! Lo que pasa es que como usted tiene pensión fifí, ya no se preocupa por el chivo, pero uno que es simple mortal, pos no le queda otra que pedalear por la chuleta todos los días -contesta Memo.-Mira nomás con lo que sales, ahora resulta que cuando logras consolidar un derecho que nadie te regaló, eres mal visto. En cambio, los hijos del presidente pueden “ganarse” una buena lana coyoteando contratos de obra pública y no hay piri… ¡Bien haya! -dice Juan-. Mejor cambiemos de tema, ya ves cómo traen a Loret.-No estoy enterado -contesta Memo.-Pues resulta que, concluida la elección, se reveló que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), dependencia del gobierno encargada de perseguir a los defraudadores fiscales, investiga a Carlos Loret de Mola, a su esposa y a Víctor Trujillo, conocido como “Brozo”, los periodistas críticos más severos del presidente López Obrador; y a este paso, no tardan en ir, como lo están haciendo con María Amparo Casar, por Raymundo Riva Palacios y Denisse Dresser, entre otros -ilustra Juan.-¡Más vale que estés bien enterado! Tú, que andas de lengua larga hablando mal del presi, que va sobre la Corte, el INE, el INAI y todas las instituciones públicas que no se sujeten a su voluntad -contesta Memo.-¡No es cierto! -afirma Juan- López Obrador ya se va, concluirá su mandato y se retirará a su rancho. La presidenta electa es otra cosa. ¿Ves que está adelantando los tiempos? Ya nombró a una parte de su futuro gabinete y hay personas muy valiosas -comenta, en tono ciertamente incómodo.-¡Ey! ¡Y si mi abuelita tuviera ruedas, sería bicicleta! ¿A poco crees que el presi va a dejar el poder? -pregunta Memo y agrega-: Ya se acostumbró a vivir en un palacio sin pagar renta y a tener una corte de sirvientes y cortesanos, y resulta que, como lo hacía el otro López (de Santa Anna), ya se va a su pequeña propiedad rural (Manga de Clavo) dejando a Gómez Farías, en este caso, a Sheinbaum, con las broncas. Luego, ya que pasaba lo recio del temporal, volvía olímpicamente a la presidencia.-Mejor platícame cómo ves nuestro estado -dice Juan.-Mira, mi querido Memo, creo que es mejor que sigas en lo tuyo. Estás muy filoso -comenta Juan.-No le saques. ¿Qué opinas de lo que está sucediendo aquí? -insiste Memo.-Yo ya no entiendo nada. Se realizó una elección, se contaron los votos y se dieron los resultados municipales, distritales y estatales. Ahora todos, comenzando con el presidente, están de acuerdo en que se recuenten los sufragios, pasándose por el arco del triunfo el veredicto de las autoridades electorales. Entonces, ¿para qué sirve la ley? Mejor platiquemos sobre otras cosas. ¿Ya leíste el último libro de Juan Miguel Zunzunegui? El título es “Falsificar la historia”. Te lo recomiendo. ¡Ahí la vemos!
