Cuando estamos a 9 días de la toma de posesión, el presidente Joe Biden afirmó ayer que ya están en comunicación y coordinación con el equipo de transición de Donald Trump para hacer frente a los devastadores incendios en el área de Los Ángeles. La tragedia -la peor en el sur de California- ha dejado por lo menos 11 muertos -confirmados-, más de 10 mil estructuras completamente destruidas, decenas de miles de evacuados / damnificados y pérdidas económicas incalculables.Hoy, el problema es la contención de los incendios y evitar que el problema continúe creciendo, provocando daños materiales y causando más muertes. Y en el futuro inmediato -una vez concluida esa etapa-, vendrá la reconstrucción que llevará años para que todo regrese a los niveles de normalidad como hasta antes de los siniestros. Y para lograr el objetivo se necesitará de un ejército de trabajadores de la industria de la construcción.El año pasado, con motivo de las campañas políticas la Asociación de Constructores y Contratistas hablaban de la escasez de mano de obra y a los candidatos se les solicitaba tratar de incrementar legalmente la fuerza laboral en por los menos 454 mil trabajadores en la industria de la construcción. Y de acuerdo a la Encuesta de la Fuerza Laboral en Estados Unidos, los hispanos representan la tercera parte de los trabajadores de esa industria. Solamente entre el 2010 y el 2022, el número de hispanos que trabajaban en la construcción aumentó de 2.5 millones a casi 3.7 millones. Y hay que decirlo de forma sencilla y clara: muchos de esos empleados latinos carecen de documentos que les permitan laborar legalmente en el país vecino.Con la tragedia encima, no solamente para las labores de construcción, sino de limpieza y regeneración de las zonas afectadas, se ocupará de la mano de obra de miles de trabajadores. Hoy más nunca, se ocupará “tenderle la alfombra roja” a esos trabajadores indocumentados y pedirles su aportación de trabajo de manera legal para reconstruir -de la nada- una de las zonas más populosas y pudientes en Estados Unidos. El pero, es que en esa posible intención de necesidad choque con los planes y proyectos de quien a partir del día 20 llegará a la Casa Blanca. La primera medida que Donald Trump piensa tomar -después de la ceremonia de posesión- es emitir la orden de deportaciones masivas de migrantes indocumentados. En ese núcleo de personas están miles de trabajadores que serían vitales para la titánica obra de construcción que se va a necesitar para revivir la parte afectada del condado de Los Ángeles. ¿Esta situación de emergencia se convertirá en una disyuntiva para Trump y dará marcha atrás en su intención o seguirá “montado en su macho” racista? ¿Usted qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net