El anuncio de ayer de la portavoz de la Casa Blanca en el sentido de que la aplicación de aranceles de Estados Unidos a los coches que exporte México y Canadá se pospondrá un mes, y de que Donald Trump está abierto a escuchar y negociar otras exenciones arancelarias adicionales, abre la posibilidad de que la estrategia de la Presidenta Claudia Sheinbaum cuaje y logre un buen acuerdo en la llamada que tiene programada hoy con su homólogo estadounidense.Aunque a juzgar por lo que sucedió ayer con el primer ministro saliente de Canadá, Justin Trudeau, ese contacto telefónico es de alto riesgo. Como comentaba ayer aquí, al líder político canadiense le ha ido como en feria con Trump desde que en noviembre pasado acudió a Mar-a-Lago, la residencia personal del entonces presidente electo de Estados Unidos, a querer arreglar el asunto de los aranceles.Ayer la Casa Blanca se encargó de filtrar que Trudeau llamó al presidente de EEUU y hablaron durante 50 minutos, y en su red Truth Social el propio Trump lo volvió a llamar “gobernador” y lo acusó de estar utilizando la disputa arancelaria para “permanecer en el poder”, además de asegurar que ni siquiera sabía la fecha de las elecciones de su país. Remató al desearle burlonamente “suerte”.La llamada que hoy hará Sheinbaum a Trump es también de alto riesgo si partimos del extenso discurso mesiánico y xenofóbico que pronunció el martes por la noche en su mensaje a la nación frente a diputados y senadores de los Estados Unidos donde, además de reprocharle a los legisladores demócratas sus abucheos y no pararse a aplaudirle por todas las maravillas que ha hecho para su país en poco más de un mes de gobierno, aseguró que México debe hacer más para combatir a la delincuencia organizada que mandarle a 29 capos del narcotráfico como hizo la semana pasada. Además de repetir por enésima ocasión que gran parte del territorio mexicano lo controlan grupos de del crimen organizado que inundan de fentanilo su país.Ayer Claudia Sheinbaum le contestó parcialmente a Trump al asegurar que el traslado récord de los narcotraficantes que estaban detenidos en México para entregarlos a la justicia estadounidense, fue por cuestiones de seguridad nacional y por la colusión que mantenían con jueces corruptos que los podrían liberar. Esta declaración vino luego de que el martes Trump dijera que el gobierno mexicano los envió para congraciarse con su administración y evitar los aranceles.La Presidenta ha salido bien librada en un par de llamadas con Trump en medio de las tensiones bilaterales por el tema de los aranceles. Ha recibido de él comentarios positivos e incluso reconoció que implementó una campaña contra el consumo de fentanilo que ella le recomendó. Habrá que ver si hoy “los otros datos” del presidente de EEUU no hacen que aflore su voluble personalidad y provoca que la Presidenta llegue a Zócalo el domingo obligada a responder a las hostilidades de Trump.jbarrera4r@gmail.com