En la ensordecedora noche roja de la emboscada de al menos un centenar de sicarios contra una decena de policías de Huejúcar y de Santa María de los Ángeles, el miércoles pasado, la pregunta que flotaba en el aire era en dónde se habían metido los policías estatales que fueron los últimos en llegar al lugar donde murieron en la refriega un joven y una mujer policía de cada corporación.Era la incógnita entre los uniformados sobrevivientes, pero también de los policías de Colotlán, que llegaron como primeros respondientes, y de la brigada de soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de elementos de la Guardia Nacional, que llegaron a la escena del desigual enfrentamiento, al igual que de policías de Mezquitic, que también se hicieron presentes. Como lo apunté aquí el viernes pasado, de todas estas comisarías municipales quedaron consignadas sus llegadas al sitio de la trampa en la carretera secundaria que lleva a Huejuquilla El Alto, en los informes policiales y militares, donde no hay referencia alguna al personal de la Policía estatal, de la Secretaría de Seguridad Pública, por lo tardío de su llegada. Esta ausencia y lenta respuesta de los elementos de la Policía estatal destacados en la Región Norte, recordó a lo ocurrido también en Tapalpa en noviembre pasado, cuando en el operativo del Ejército mexicano para detener a Juan Carlos “P”, alias el “CR”, quien era catalogado como el jefe regional del cártel Nueva Generación en aquella zona de montaña y a quien culpan de haber privado de la libertad en diciembre del 2022 al coronel José Grimaldo Muñoz, cuando vacacionaba en ese municipio turístico, los mandos militares consignaron en sus reportes que rechazaron la ayuda de los elementos de la SSP, y les pidieron retirarse del lugar al que llegaron hora y media después de haber iniciado la operación para esa aprehensión.Al día siguiente de la emboscada en Huejúcar busqué al titular de la SSP, Juan Bosco Agustín Pacheco, para escuchar su punto de vista y las acciones realizadas por sus elementos en la Región Norte de Jalisco, en una entrevista radiofónica en Líder Informativo, en el 91.9 de FM, pero la petición fue denegada. Su vocera Elda Arroyo argumentó que ya tenía agenda comprometida y que los policías estatales sí acudieron al lugar y dieron seguridad en los entornos, mientras el primer respondiente realizaba sus funciones. Por eso será muy interesante conocer, si es que existe, el informe que rindió el secretario a sus jefes el coordinador del Gabinete de Seguridad, Ricardo Sánchez Beruben, y al gobernador Enrique Alfaro, del papel de la Policía estatal luego de este brutal ataque en la Región Norte, y cómo explica que no aparezcan en los reportes policiales y militares.
