La actual directiva del Atlas no acostumbra reaccionar en respuesta al clamor popular, sino como resultado de las evaluaciones que realiza a los proyectos individuales y colectivos del equipo. En el caso del técnico Leandro Cufré, no fue destituido únicamente por la manifestación de enojo o desaprobación de la afición, sino por no llenar las expectativas de la directiva en otros rubros, sumado a los malos resultados deportivos. El departamento de Grupo Orlegi encargado de monitorear el trabajo de diversos entrenadores en el mundo, no empezó ayer a proponer una lista de candidatos para suplir a Cufré, sino que es un trabajo permanente que ofrece una baraja de opciones para cuando así lo requiera la directiva, como en este caso. En este sentido, la directiva del Atlas sí tiene una lista de técnicos para dirigir al Atlas, será cuestión de cerrar la mejor opción; pero hasta antes del juego contra Tigres no habían considerado la alternativa de cesar a Leandro, sin embargo, después de los descalabros ante los felinos y los choriceros determinaron no darle continuidad al estratega rojinegro. Lo que sin duda es parte de la permanencia de un entrenador en cualquier institución son los resultados, y en este sentido no hubo argumentos que sostuvieran a Leandro Cufré al frente de los Zorros. Cufré asumió la dirección técnica del Atlas a partir de la Jornada 11 del Clausura 2019, el 17 de marzo del año pasado, con una derrota ante Toluca en el Estadio Nemesio Díez por marcador de 2-0. A partir de entonces dirigió 28 juegos de Liga con saldo negativo de 15 derrotas, tres empates y 10 victorias, para una cosecha de 39% de los puntos disputados. Lo que aniquiló el trabajo de Leandro Cufré al frente del Atlas es que no supo manejar los partidos, ya sea mediante los cambios durante el desarrollo de los encuentros o como reacción ante situaciones adversas, por ejemplo, de las 15 derrotas en su haber, en 14 de ellas inició perdiendo el encuentro y nunca pudo remontar el marcador, ni tampoco pudo mantener la ventaja en los tres juegos empatados, porque inició ganando e invariablemente lo alcanzaron. Otra asignatura que dejó pendiente Cufré fueron los partidos en el Estadio Jalisco, donde no supo aprovechar jugar de local, ya que de 13 encuentros en casa, perdió siete y sólo ganó cinco, más un empate. Con estos datos estadísticos no hubo argumentos para sostener a Cufré como técnico del Atlas, pero existieron otros rubros que analizó la directiva en cuanto a manejo de grupo, capacidad técnica, liderazgo, valores y el aspecto económico, entre otros.
