Miércoles, 25 de Diciembre 2024

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"Es como una partida física de ajedrez"

Por: José Rodolfo Castro

"Es como una partida física de ajedrez"

Considerada una de las mejores películas de todos los tiempos, su director, Martin Scorsese, a punto estuvo de no dirigirla, porque "el boxeo es aburrido", le decía con desinterés a Robert De Niro, cuando el actor le presentó la biografía de Jake LaMotta, el "Toro Salvaje". Insistía, "no entiendo nada de boxeo. Para mí, es como una partida física de ajedrez". Toro Salvaje fue nominada en 1980 a ocho Oscar. Publicaron agencias.

El enfrentamiento clásico del "Toro Salvaje" fue ante "Sugar" Ray Robinson, considerado uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos. Entre los años 1942 y 1951, se encontraron en el cuadrilátero seis veces, Jake LaMotta ganó en una oportunidad.

"Para mí, es como una partida física de ajedrez", el comparativo que hizo Scorsese. El intelectual Julio Cortázar dijo en 1982 del boxeo: "A mí me parece un enfrentamiento muy honesto, muy noble".

El boxeo como el ajedrez, cabeza de columna Match publicada en EL INFORMADOR el 7 de agosto de 2014. Si los golpes en el boxeo se trasladaran al ajedrez, el equivalente del jab serían los peones. Del recto, los alfiles. Los volados, las torres. El uppercut, la reina. El boxeador es el rey. Jaque mate, nocaut. La obra de arte ha sido completada por el gancho al hígado, el caballo en el ajedrez, que tal vez sea el golpe más elegante, una pincelada que estremece, el boxeador mexicano lo plasma con tal frecuencia que en apariencia parecieran obras iguales, son creaciones irrepetibles, desde el gancho al hígado de Luis Villanueva “Kid Azteca”, eterno campeón welter nacional de la época de oro del boxeo mexicano, inmortalizado en uno de los textos del intelectual argentino, Julio Cortázar, a los ganchos al hígado de Efrén “Alacrán” Torres, Salvador Sánchez, Julio César” Chávez, Juan Manuel Márquez, quien con el gancho al hígado completó la obra para ganarle siempre al filipino Manny Pacquiao.

Como en el ajedrez, también en el boxeo, son espectaculares los encuentros de igual a igual. Jamás Oscar Valdez debió enfrentar a Emanuel "Vaquero" Navarrete. En principio, Valdez no cuidó de su integridad física al aceptar las dos ediciones. Sabía que nada tenía que hacer ante el "Vaquero", con lo que quedaría claro que él dirigió su estrategia. Una esquina responsable no habría aceptado los desiguales y peligrosos enfrentamientos. El boxeo es un negocio... Y por ahí estaré atisbando.

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