En estos tiempos de redes sociales, muy pronto los tapatíos podrían estar conversando real y virtualmente de los inacabados Arcos del Tercer Milenio, esta obra del artista mexicano Enrique Carbajal González, mejor conocido como Sebastián, uno de los más grandes exponentes de la escultura monumental en el mundo.Y es que a casi 20 años de que inició la construcción de este símbolo en la glorieta de Lázaro Cárdenas y Mariano Otero, quienes la promovieron desde el sector público, así como los liderazgos sociales que estuvieron ligados al Patronato que intentó concluir la obra con fondos privados, se han propuesto reactivar el proyecto y plantear a Sebastián que concluya la obra instalando el quinto y el sexto arco como se contemplaba originalmente.Como se sabe, en 1999 siendo alcalde de Guadalajara, el panista Francisco Ramírez Acuña quiso perpetuar en la capital jalisciense la entrada del nuevo milenio en el año 2000 con esta escultura gigante que consistía en seis monumentales arcos amarillos que fueran creciendo en tamaño y cruzándose unos a otros, hasta que con el sexto se alcanzara una altura de 52 metros, lo que la convertía en aquel tiempo en la obra de su tipo más grande en todo México.Además de servir para la conmemoración, el proyecto formaba parte de una política de relanzamiento del arte urbano en la ciudad que había quedado prácticamente olvidado luego de la construcción de las sesenteras obras del Pájaro Amarillo de Mathias Goeritz y Los Cubos de Fernando González Gortazar.Sin embargo, las resistencias y críticas de los que cuestionaban la “utilidad” de la escultura y que la consideraban un gasto superfluo ante otras carencias de la ciudad, y los contratiempos burocráticos, impidieron que el monumento estuviera listo para inaugurarlo los primeros minutos del tercer milenio como era el plan. Para esa fecha apenas estaban dos de los 6 arcos. El tercero se concluyó hasta el 2001 y fue el último con financiamiento público, ya que el nuevo alcalde Fernando Garza se opuso a continuar la obra con el presupuesto de la comuna. El cuarto se acabó casi cuatro años después y con los fondos privados recabados por el Patronato.Terminar los popularmente conocidos como Arcos del Milenio en el 2020 sería una buena noticia para la ciudad. Nos guste o no nos guste, esa escultura monumental ha sido apropiada ya por los tapatíos y está convertida en un referente del espacio público que podría detonar otros proyectos urbanos positivos.Habrá que ver qué dicen las autoridades de Guadalajara y de Jalisco sobre esta posibilidad, y sobre todo Sebastián, a quien el Gobierno de San Antonio, Texas, está por hacerle un homenaje por sus 50 años de escultor en el marco de sus 300 años de fundación, con una exposición a escala de sus 269 esculturas monumentales que ha hecho en Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea, Singapur, Egipto, Israel, Omán, Marruecos, España, Francia Alemania, Irlanda Islandia, Chile, Argentina, Uruguay, Colombia y Brasil y desde luego México.A ver si ahora sí.jbarrera4r@gmail.com
