El auditorio lleno y una gran cantante hicieron que el concierto de Natalia fuera perfecto, quien recientemente recibió el Latin Grammy 2023 en las categorías de Mejor Álbum Cantautor, Mejor Canción Cantautor y Grabación del año con la producción “De todas las flores”, convirtiéndose en la mujer más premiada en la historia de los Grammy Latino. Su presencia, su sonrisa y su entrega desde que apareció en el escenario con un largo y espectacular vestido negro, inclinándose hacia el público mostrando su larga cabellera y de entrada, recibida con aplausos por el público tapatío que la esperaba con mucho cariño.Ella, junto a un buró y una lámpara, acompañada por su inseparable guitarra, sentada con ese atuendo negro, presente, comprometida y hablado de lo increíble que ha sido este “De todas las flores tour” en el que tan sólo quedan cinco fechas, de todo el amor con el que se planeó y la emoción que sentía al estar en Guadalajara.Fue una velada de amigos, íntima, como si todos fueran parte de esta magia, que inició con los temas de su nuevo proyecto discográfico con Vine solita, De todas las flores, Pasan los días, Llévame viento, El lugar correcto, Pajarito colibrí, hablando entre cada canción sobre la inspiración de las canciones que tiene que ver con el amor a la tierra, a los pájaros, quienes le hablan y le inspiran o de María la curandera, de Caminar bonito, de todo lo que el universo tiene para dar y lo que siente con Mi manera de querer o lo lindo que es caminar por el mar con Canta la arena y finalmente con Muerte, que marcó la primera parte de este concierto lleno de matices y sensaciones que sonaron por todo este recinto. Después de inclinarse, recostarse y meterse en su propio vestuario, reapareció Natalia con una nueva versión de vestido negro, descalza y recorrió el escenario para seguir entablando esta comunicación con el público, después se fue, mientras la música continuaba con su banda musical, que también robó el corazón de los asistentes con los teclados, guitarra, trompeta y percusiones.La segunda parte se llenó de luz cuando Natalia se presentó con un vestido blanco, su cabello recogido y el micrófono en mano, ya lejos de ese buró y la silla, ahora caminaba por el recinto cantando un clásico que interpretaba Pedro Infante, Cien años, empezando con el romanticismo para seguir con Tonada de luna llena, y otro de los grandes momentos fue cuando interpretó La Llorona, acompañada por el público, siguiendo con Tú me acostumbraste, pero la noche fue fluyendo con más y más temas en los que la gente se veía feliz, bailando, participando y compartiendo su noche con Natalia.Cantó Soledad y el mar, después dedicó a los corazones rotos Para qué sufrir, pero los buenos momentos siguieron en este concierto, que seguro será recordado por sus fans, porque eligió interpretar la canción de uno de los más grandes exponentes, Ya no vivo por vivir de Juan Gabriel, acompañada no sólo por las voces, sino enmarcada por la luz blanca de los celulares del público, convirtiendo este momento único en una noche estrellada mientras cantaban de pie, ¡memorable! Continuó con Lo que construimos, comprobando que de sufrir también se baila con esta pegajosa versión, para dar paso al ya clásico Hasta la raíz, recibiendo los aplausos y todos cantando para seguir disfrutando, siguiendo con Mi tierra veracruzana, Nunca es suficiente y en estos temas ya comenzaba a despedirse, presentando a todos sus músicos, agradeciendo a quienes hicieron las imágenes que se estuvieron proyectando en las pantallas; a su manager y a todos por compartir esa noche, después de Tú si sabes quererme, salieron al escenario nuevamente para sonreír a su gente, recibiendo cálidos aplausos, pero aunque muchos ya habían salido del lugar, los sorprendió con una canción más porque pedían más y más. Les recordó que se verían al día siguiente en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde tuvo una cita en el Foro FIL a las 5:00 de la tarde, donde presentó su libro “De todas las flores tour”, como parte de esta exitosa gira. AA
