Uno de los conciertos más esperados en Guadalajara era el de Maná, porque es un clásico para quienes han seguido la carrera de estos exitosos tapatíos que se sumaron a nuestra historia de vida con canciones que han dado la vuelta al mundo.Con todo su carisma se han convertido en embajadores de esta tierra del mariachi, el tequila y las tortas ahogadas, llevando su música a muchos rincones del planeta, por eso tenerlos con la gira “México Lindo y Querido Tour” fue muy emotivo y un reconocimiento a su trayectoria en dos fechas, viernes 29 y sábado 30 de noviembre, con un éxito absoluto convertido en una noche de amigos.La gira comenzó en Tijuana en 2022 y llegó a 14 países, incluyendo Inglaterra porque Maná tocó por primera vez en el OVO Wembley Arena en Londres, logrando así cumpir el gran sueño que tuvieron cuando comenzaron a hacer música hace casi 40 años. Dicha gira culminó en El Palacio de los Deportes con el estadio abarrotado, presentando el show número 100 en una clausura inolvidable.La banda conquistó cada escenario el que se subió a lo largo de dos años agotando todas las entradas, compartiendo en cada lugar su amor, su talento y toda su esencia.El resultado de todo esto fueron 100 shows, 14 países y millones de boletos vendidos, ganándose todo el cariño y respeto del público desde Estados Unidos hasta Argentina, México y España, así que Fher, Alex, Sergio y Juan, lo han hecho de nuevo, siguen haciendo historia con esta increíble agrupación llamada Maná.Guadalajara: Su tierra querida Verlos cantar en su tierra fue magnífico, en el Estadio 3 de Marzo, teniendo una respuesta increíble con temas que la gente ha hecho suyos como cerrar con Rayando el sol, pero esa cercanía es única cuando se apareció al inicio diciendo: “Vamos a cantar muchas rolas y pasarla de poquísima madre”, incluyendo en la lista temas como Manda una señal, Corazón espinado, Labios compartidos, Cuando los ángeles lloran, Vivir sin aire, Bendita tu luz, Mariposa traicionera y otros del repertorio mexicano como Se me olvidó otra vez, que en la cantina La Fuente de Guadalajara escuchó ocasionalmente otra vez y pensó en cantarla con su propio estilo, así como Te solté la rienda y Oye mi amor, que es otra de las canciones más sonadas.Uno de los momentos mágicos e inolvidables fue ver a Alex, el icónico baterista, dando una verdadera cátedra musical con el instrumento que lo hace conectar con la tierra y todos los sentidos entregándolo todo. Pero venían más sorpresas, como ver a Fher en un pequeño escenario al centro, tipo acústico, como si se tratara de una velada de amigos, en la que se acercaron al público e incluso subieron a algunas personas del público para conocerlas un poco más y acompañarlos a cantar, donde interpretó temas como Te lloré un río, El relojito cucú, No ha parado de llover, Cachito, Cómo diablos y Tú eres mi religión, así que cada integrante de la banda fue conducido en carritos para llegar a este set musical que sin duda pudo llegar al corazón de la gente.A su regreso al escenario, que lució espectacular con pantallas laterales y otros pequeñas en la parte superior, gran iluminación y un público encendido de recuerdos, entonando cada canción, entre otras como Me vale, que es otra de las consentidas interpretada por Alex, En el muelle de San Blas o Clavado en un bar, donde tomó una bandera mexicana para cubrir su espalda y agradecer a los tapatíos por todo el cariño a lo largo de su trayectoria y cuando se apagaron las luces, pensando que se había acabado, todos sabíamos que faltaba una, la más especial y emblemática de su carrera: Rayando el sol, en una versión extendida que dejó a todos felices en una noche de amigos, recuerdos y derroche de amor. ¡Gracias Maná!AA