La depresión es un problema de salud grave y se convierte en algo aún más delicado cuando quien lo padece es un adulto mayor. De acuerdo con el sitio especializado en la salud mental, el Instituto Nacional de la Salud Mental, existen diferentes 3 tipos de depresión que pueden presentarse en edades avanzadas.El trastorno depresivo mayor implica síntomas persistentes durante al menos dos semanas, mientras que el trastorno depresivo persistente (también identificado como distimia) se manifiesta durante más de dos años, aunque la persona conserve la capacidad de realizar actividades cotidianas.También existen formas de depresión vinculadas al consumo de sustancias, medicamentos o enfermedades como esclerosis múltiple y afecciones cardíacas.Además, el aislamiento social es uno de los factores que más influyen en el desarrollo de depresión en la vejez. Con el paso del tiempo, las personas tienden a pasar más momentos a solas y, sin una red de apoyo sólida, pueden experimentar sentimientos de soledad que incrementan el riesgo de padecer síntomas depresivos.La depresión no siempre se manifiesta de la misma manera en todas las personas mayores. En algunos casos, la tristeza no es el síntoma principal. La persona puede experimentar:En determinadas culturas, los síntomas físicos suelen ser más evidentes que los emocionales. Entre ellos se encuentran:Si estos síntomas se mantienen por más de dos semanas, es fundamental acudir a un médico.La depresión también aparece con frecuencia en personas diagnosticadas con Alzheimer u otras demencias. Debido a la similitud entre síntomas cognitivos y emocionales, puede resultar difícil identificar el origen del malestar. En estos casos, se requieren evaluaciones clínicas especializadas y un seguimiento puntual para prevenir complicaciones.El tratamiento adecuado puede mejorar de forma significativa la calidad de vida del adulto mayor. El proceso diagnóstico incluye:Cuando se confirma depresión, los profesionales de la salud pueden recomendar:Si bien no todos los casos pueden prevenirse, adoptar hábitos saludables disminuye el riesgo de complicaciones.Mantener actividad física, seguir una alimentación equilibrada, establecer rutinas de sueño de siete a nueve horas, permanecer en contacto con familiares y amigos y participar en actividades placenteras son prácticas recomendadas por el National Center for Complementary and Integrative Health.La vigilancia emocional y la comunicación constante con el entorno cercano son herramientas esenciales. Hablar de la depresión no incrementa el riesgo de que alguien actúe en consecuencia; por el contrario, puede abrir la puerta para recibir atención oportuna.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *OA