
El mes en que fuiste concebido podría haber definido tu nivel de grasa corporal
Aunque el mes de concepción puede influir en ciertos rasgos metabólicos, no es una sentencia

Estos hallazgos abren una nueva perspectiva sobre cómo entendemos la salud y el peso corporal. CANVA
¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas tienden a acumular más grasa corporal que otras, incluso cuando llevan estilos de vida similares? Aunque la genética, la dieta y la actividad física juegan roles fundamentales, investigaciones recientes sugieren que la respuesta podría estar en un lugar sorprendente: el mes en que fuiste concebido.
La ciencia detrás del “mes de concepción” y la grasa corporal
Un número creciente de estudios en el campo de la epigenética (la rama de la biología que estudia cómo el ambiente influye en la expresión genética) ha comenzado a mostrar que las condiciones ambientales durante las primeras etapas del desarrollo fetal pueden tener un impacto duradero en la salud.
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Investigaciones recientes han encontrado una correlación entre el mes de concepción y la predisposición del cuerpo a almacenar grasa. La hipótesis es que los factores estacionales (como la exposición a la luz solar, la dieta de la madre, las infecciones comunes y hasta los niveles de vitamina D) podrían alterar sutilmente el desarrollo del metabolismo del feto.
¿Qué tiene que ver el clima con tu metabolismo?
Durante la concepción y las primeras semanas de embarazo, el cuerpo materno es extremadamente sensible a las condiciones externas. En invierno, por ejemplo, las personas están menos expuestas a la luz solar, lo que afecta la producción de vitamina D. Esta vitamina está implicada en el metabolismo y en la diferenciación de las células grasas. Si una mujer queda embarazada durante el invierno, su feto podría recibir señales epigenéticas diferentes a las de un feto concebido en primavera o verano.
Además, los ritmos circadianos (el reloj biológico que regula funciones como el sueño y el apetito) también se ven influenciados por la luz. Estas influencias podrían marcar la diferencia en cómo el cuerpo del bebé, ya desde el útero, aprende a almacenar y usar energía.
Estudios que respaldan la idea
Un estudio publicado en Nature Communications analizó a miles de personas y encontró patrones claros entre el mes de concepción y la composición corporal en la adultez. Los individuos concebidos durante ciertos meses del año presentaban mayores porcentajes de grasa corporal y diferentes tasas metabólicas. Aunque las diferencias no eran extremas, sí fueron estadísticamente significativas.
Lo más interesante es que estos patrones se repetían en distintas regiones del mundo, adaptándose a los ciclos estacionales locales,lo que refuerza la teoría de que el ambiente durante la concepción tiene un impacto tangible en la biología humana.
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¿Esto significa que tu destino está escrito?
No necesariamente. Aunque el mes de concepción puede influir en ciertos rasgos metabólicos, no es una sentencia. La epigenética no es un destino inamovible, sino un sistema flexible. Factores como una buena alimentación, ejercicio regular, sueño adecuado y manejo del estrés pueden contrarrestar o modificar muchas de estas predisposiciones.
Sin embargo, estos hallazgos abren una nueva perspectiva sobre cómo entendemos la salud y el peso corporal. En lugar de enfocarnos únicamente en lo que hacemos en la adultez, tal vez debamos mirar también hacia el comienzo de nuestra vida, incluso antes de nacer.
Con información de Nature Communications
BB
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