Al igual que otras frutas y verduras, la cáscara de la cebolla (blanca o morada) puede servirnos para crear productos con valor agregado. Ya sea para consumo personal o por si tienes un pequeño emprendimiento.Antes de que tires este valioso residuo a la basura, te compartimos algunas ideas para reciclarlo.¡No sólo la pulpa! La cáscara de la cebolla también es fuente de vitaminas y minerales.De acuerdo con una investigación realizada por el Laboratorio de Antioxidantes del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), de la Universidad de Chile, este residuo contiene a la molécula de benzofuranona, cuya potencia antioxidante es superior al polifenol sin oxidar.Además, dicha molécula demostró efectividad para proteger la mucosa intestinal y también abre la posibilidad de que sea utilizada como auxiliar en el tratamiento de la obesidad y la diabetes. Estos estudios son pioneros, pero continuarán desarrollándose.Por su parte, un artículo del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia, perteneciente a la Universidad Complutense de Madrid, señala que la cebolla, al ser rica en hidratos de carbono sencillos, fibra dietética y proteína, contribuye a la salud gastrointestinal, favorece el crecimiento de flora bacteriana y controla los niveles de colesterol.Estos mismos nutrientes se alojan en la cáscara, aunque en menor porcentaje. Aun con ello, vale la pena aprovecharlos para la creación de condimentos en polvo y otros productos derivados de la fermentación.Si bien la cáscara de la cebolla se utiliza para la elaboración de composta, hay otras maneras de reutilizarla dentro de la cocina. Por ejemplo, puedes consumirla en una infusión donde sólo debes desinfectarlas y ponerlas a hervir con un toque de miel para endulzar.Pero si te interesa aprovecharla en otras preparaciones, aquí te dejamos algunas ideas:* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *OA