Aunque no existe una norma estricta sobre en qué mano se debe llevar el reloj, la costumbre más extendida es usarlo en la muñeca opuesta a la mano dominante. Es decir, las personas diestras suelen llevarlo en la izquierda, mientras que los zurdos lo prefieren en la derecha. La razón principal es la comodidad: así se evita que el reloj interfiera al escribir, manejar el teléfono o realizar tareas cotidianas.Esto también facilita el uso de la corona del reloj, el pequeño mecanismo que permite ajustar la hora y el día. Colocarlo en la mano no dominante hace que el acceso sea más fácil con la mano fuerte, que es la más hábil para tareas precisas. A pesar de esta lógica, muchas personas deciden romper con lo tradicional. Algunos lo hacen por estilo, otros por preferencia personal o incluso para destacar. Celebridades y figuras públicas, por ejemplo, han ayudado a popularizar el uso del reloj en la muñeca dominante, como una declaración de moda.Los relojes diseñados específicamente para zurdos —con la corona ubicada en el lado izquierdo del reloj— están pensados para llevarse en la muñeca derecha. Marcas de alta gama como Rolex han creado modelos exclusivos con este diseño, aunque algunos diestros también optan por usarlos, pese a que eso implique una menor practicidad al ajustar la hora.En contextos más técnicos, como el del buceo profesional, la elección de la muñeca sigue siendo más funcional que estética. Los buzos prefieren usar el reloj en la mano no dominante para evitar golpes y garantizar su fácil manejo bajo el agua. Modelos como el Rolex Submariner o el Sea-Dweller están diseñados pensando en estas necesidades.En definitiva, aunque la mayoría sigue la regla general de usar el reloj en la muñeca no dominante, la elección final depende del estilo, la comodidad y la intención de quien lo lleva. No hay una única respuesta correcta, pero sí hay una opción que se adapta mejor a cada persona. EE