El hígado graso es una enfermedad caracterizada por el almacenamiento de grasa en dicho órgano y puede ser grave si avanza. Según estimaciones, este mal afecta al 25% de la población mundial y una mejor alimentación se presenta como fundamental en su tratamiento. Al menos cinco de cada 10 mexicanos padecen hígado graso, por lo que su detección es trascendental para evitar complicaciones como cirrosis y cáncer, según advirtieron especialistas.Es decir, tener hígado graso puede derivar en que al final la grasa progrese a más inflamación y el paciente desarrolle cirrosis o cáncer de hígado.La población mexicana es una de las que mayores riesgos tienen de padecer esta enfermedad, pues está relacionada con la diabetes, la hipertensión y la obesidad.Una de las preocupaciones de los especialistas es que, al ser una enfermedad silenciosa, las personas pueden vivir con el padecimiento sin saberlo y con ello se corre el riesgo de que se agrave la condición.Dentro de la población general hay grupos con más factores de riesgo, específicamente quienes padecen síndrome metabólico y con el desarrollo de hígado graso pueden agravarse enfermedades preexistentes o presentar cirrosis y cáncer de hígado a largo plazo.Entre los factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad están las dislipidemias (colesterol y triglicéridos altos), obesidad, diabetes y la hipertensión arterial.El hígado graso puede provocar fibrosis en el órgano y ello lleva a desarrollar cirrosis, además de desarrollar alteraciones cardíacas.Aunque es considerada una enfermedad de personas adultas, actualmente se sabe que puede afectar también a niños.Con información de EFE* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *OA