La piedra de alumbre, un mineral compuesto principalmente de sulfato de aluminio y potasio es un verdadero producto multitarea en el cuidado personal. Formada de manera natural y también sintetizada, ha sido apreciada por siglos por sus propiedades astringentes, antibacterianas y cicatrizantes.Más allá de su uso como desodorante natural, la piedra de alumbre regula la producción de sebo, minimiza los poros y combate el acné. Además, acelera la cicatrización de heridas menores, calma la irritación post-afeitado y depilación, y aporta un efecto tensor que ayuda a mantener la piel firme y luminosa.La pregunta de si enjuagar o no la piedra de alumbre es común debido a la naturaleza de sus compuestos y a las diferentes opiniones al respecto. Si bien la piedra de alumbre contiene aluminio, su forma iónica hace que sea menos probable que sea absorbido por la piel, destaca el portal especializado Yaabil.Quienes tienen piel normal o grasa pueden beneficiarse de dejar actuar por más tiempo la película protectora que forma el mineral. Sin embargo, su acción astringente puede causar resequedad o sensación de tirantez. Lo ideal es enjuagar para evitar posibles irritaciones o sensibilidad en personas con piel delicada.El portal Cero Residuo señala que la piedra de alumbre es un recurso natural versátil y efectivo para el cuidado de la piel, siempre y cuando se utilice de manera adecuada y personalizada. Comprender las necesidades de tu tipo de piel y seguir las recomendaciones de los expertos es clave para aprovechar al máximo sus beneficios sin comprometer la salud cutánea.De acuerdo con la revista médica Tua Saúde, la aplicación de la piedra de alumbre en el rostro es sencilla y adaptable a cada rutina. En primer lugar, es importante limpiar adecuadamente la piel para eliminar impurezas y permitir una mejor absorción de sus propiedades. Tras limpiar y secar la piel, humedece ligeramente la piedra y pásala suavemente sobre las zonas que requieran un cuidado especial, como la zona T o áreas con imperfecciones.También puedes crear una loción casera disolviendo un fragmento en agua y aplicándola con un algodón o atomizador.Tras su aplicación, se deja actuar durante unos minutos hasta que la piel absorba los compuestos activos, este proceso puede repetirse de dos a tres veces por semana, dependiendo de las necesidades de la piel. Hidrata siempre después de su uso para mantener tu piel equilibrada.Recuerda hacer una prueba de alergia antes de usarla en todo el rostro y evita el contacto con los ojos.Con información de SUN.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *MS