Lunes, 10 de Noviembre 2025

Guillermo del Toro señala cómo Marilyn Monroe lo inspiró en sus películas

Los filmes de Del Toro siempre se centran en resaltar la belleza de lo marginal y lo incomprendido

Por: El Informador

En sus obras, la atención no se centra en el miedo, sino en las emociones que surgen del abandono, la incomprensión y el deseo de cariño. ESPECIAL/NETFLIX

En sus obras, la atención no se centra en el miedo, sino en las emociones que surgen del abandono, la incomprensión y el deseo de cariño. ESPECIAL/NETFLIX

A lo largo de su trayectoria, Guillermo del Toro ha dejado claro que detrás de cada criatura que imagina existe una esencia que anhela ser entendida. Desde El espinazo del diablo hasta El laberinto del fauno, el cineasta mexicano ha abordado con gran sensibilidad los límites entre lo humano y lo monstruoso, convirtiendo a sus personajes en reflejos de nuestras propias emociones ocultas. 

Su más reciente proyecto, Frankenstein, disponible en Netflix, continúa esa exploración con una visión profundamente empática y personal.

Durante una charla recuperada por Variety en el pasado Festival de Cannes, donde conversó junto al compositor Alexandre Desplat, del Toro explicó que su adaptación de Frankenstein se aleja del terror tradicional. “Alguien me preguntó si tiene escenas realmente aterradoras”, relató el director. “Por primera vez lo pensé. Pero esta es una historia emocional, tan personal como cualquiera de mis otras películas. No estoy haciendo una película de terror. Nunca he intentado hacerlo.”

Un Frankenstein más humano que monstruoso

En esta nueva lectura del clásico de Mary Shelley, del Toro propone una reflexión sobre la paternidad, la herencia y el lazo entre el creador y su obra. Su atención no se centra en el miedo, sino en las emociones que surgen del abandono, la incomprensión y el deseo de cariño. Para el realizador, Frankenstein no es únicamente la historia de un experimento que da vida, sino el retrato de una búsqueda desesperada por ser amado.

El director ha demostrado antes su habilidad para desafiar las normas del género. Como recordó Desplat, en La forma del agua la criatura pasa de provocar temor a inspirar ternura en cuestión de minutos. Ese cambio de perspectiva (donde el monstruo sufre y el humano lastima) es una constante en su filmografía, siempre interesada en resaltar la belleza de lo marginal y lo incomprendido.

La influencia de Marilyn Monroe

El origen de esa sensibilidad se remonta a su infancia. Del Toro relató que su primer vínculo emocional con un monstruo surgió al ver La comezón del séptimo año (1955), dirigida por Billy Wilder. En una escena, el personaje interpretado por Marilyn Monroe menciona que la criatura de El monstruo de la Laguna Negra “solo necesitaba que alguien lo quisiera”. “Me enamoré de Marilyn y de la criatura en ese instante”, recordó el director. “Pensé: lo único que tenemos en este mundo son personas que miran a otras personas de la forma equivocada.”

Aquella reflexión, nacida de una escena aparentemente simple, terminaría por definir gran parte de su obra. En su versión de Frankenstein, Guillermo del Toro busca reconciliar esa mirada: convertir al monstruo en un símbolo de ternura y dolor humano, espejo de una sociedad que aún teme amar sin prejuicios.

Con un elenco encabezado por Jacob Elordi, Oscar Isaac y Mia Goth, el cineasta ofrece una adaptación que no solo reinterpreta el legado de Mary Shelley, sino que redefine el sentido de humanidad a través de los ojos de quien siempre ha encontrado belleza en lo que el mundo llama monstruo.

BB

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