El trío bielorruso Molchat Doma regresará a Guadalajara el 5 de noviembre para presentarse en el C4 Concert House, a las 21:30 horas. En esta ocasión, la banda llega con un nuevo disco bajo el brazo, “Belaya Polosa” (2024), una producción que marca una transición en su sonido y una reflexión sobre los contrastes entre luz y oscuridad, según explicaron en entrevista con EL INFORMADOR.Formados en Minsk, Bielorrusia, en 2017, Molchat Doma se consolidó como uno de los referentes del post punk y el synth pop contemporáneo gracias a su estilo sombrío y bailable, impregnado de una estética gótica y melancólica. En sus inicios, el trío encontraba inspiración en su entorno postsoviético, donde la nostalgia y el desencanto se mezclaban con los paisajes urbanos.“Nos inspiramos en una amplia gama de música, desde el pop soviético hasta Joy Division, The Cure, Kraftwerk y Depeche Mode. Todo ello se mezclaba con la atmósfera postsoviética, donde la melancolía era solo una parte del ambiente. Simplemente expresábamos lo que veíamos y sentíamos a nuestro alrededor: hormigón, lluvia, quietud y espera”, compartieron.Su sonido, que comenzó como una exploración casi casera, se transformó conforme el grupo ganó presencia internacional. “Al principio, todo era intuitivo: equipo mínimo, mucha improvisación. A medida que la banda crecía, comenzamos a centrarnos más en el diseño de sonido y los detalles. El principal desafío ha sido mantener viva la espontaneidad. Cuando se consiguen recursos y atención, es fácil pensar demasiado. Intentamos aferrarnos a la energía y la honestidad originales que lo iniciaron todo”, explican.Esa autenticidad también marcó Monument, álbum que lanzaron en 2020 en plena pandemia. “Fue una época extraña y tranquila. Grabamos aislados, sin saber qué nos depararía el futuro. Había ansiedad, pero también claridad. Monument se convirtió en un álbum introspectivo, hecho sin prisas, en total calma. Logísticamente, las cosas fueron más difíciles, pero de alguna manera la música llegó a la gente más rápido de lo esperado”, relatan.El ascenso global de Molchat Doma se vio impulsado por la viralización de su tema “Sudno”, convertido en fenómeno en plataformas como TikTok, algo que, admiten, nunca imaginaron. “No lo esperábamos en absoluto. Cuando una canción se convierte en meme, cobra vida propia. Plataformas como TikTok nos brindaron un público nuevo y más joven. No todo lo que sucede en línea nos resulta cercano, pero si lleva a la gente a la música, nos parece bien”.Con “Belaya Polosa”, la agrupación da un nuevo paso en su búsqueda artística. El título, que significa “raya blanca” o “raya brillante”, simboliza para ellos un proceso de transición y contraste. “Habíamos pasado por momentos difíciles y sentíamos que se avecinaba un cambio. No se trata de felicidad, sino de aceptar el contraste: luz y sombra, fortuna y fracaso. Queríamos expresar la sensación de avanzar, incluso cuando el camino no es fácil”.Este nuevo disco, grabado en parte en Los Ángeles, refleja una evolución técnica y emocional. “Empezamos a trabajar en el álbum en Minsk: escribimos ideas, maquetas y fragmentos. Pero la mayor parte de la producción, grabación y mezcla se realizó en Los Ángeles. Allí, tuvimos acceso a equipos profesionales y condiciones de estudio que antes no teníamos. Eso, naturalmente, afectó al sonido: nos volvimos más precisos, más abiertos a la experimentación. Cambiar de ambiente siempre deja huella, aunque no se note al instante”.Para Molchat Doma, “Belaya Polosa” representa un punto de madurez. “Es más centrado, pulido y detallado. Prestamos mucha atención a las capas sonoras, el espacio y la calidad de la producción. Pero también intentamos mantener viva la misma energía. Este álbum es un movimiento del instinto a la intención, sin perder el alma”.Entre las piezas más significativas mencionan la canción homónima, “Belaya Polosa”, además de “Kolesom” y “Son”, por el equilibrio que alcanzan entre su esencia melancólica y su exploración de nuevas texturas. “Lo más difícil no fue escribir las canciones, sino saber cuándo parar, cuándo dejar que la música respirara”, dicen.Aunque el ruso podría parecer una barrera, su conexión con el público trasciende el idioma. “La música habla más allá del lenguaje. Claro que las letras son importantes para nosotros, pero entendemos que no todos pueden entenderlas literalmente, y eso está bien. La atmósfera, la voz, el sonido: hablan por sí solos. Lo que importa es transmitir un estado de ánimo, no una traducción”.Esa conexión emocional ha sido particularmente fuerte con el público latinoamericano. El grupo recuerda con entusiasmo su paso por México en 2023. “La energía es increíble. La gente no solo escucha, vive la música. No son espectadores, son participantes. Hay una sinceridad e intensidad en el público mexicano que siempre nos acompaña”, afirman.Para su presentación en Guadalajara, el trío promete una experiencia distinta. “Adaptamos ligeramente el repertorio para mantenerlo vivo y dinámico. El público mexicano es muy abierto, así que intentamos darle más energía. A veces cambiamos el ritmo, el orden o incluso la iluminación, solo para conectar con el público”.Si bien no reconocen una influencia musical directa de México o Latinoamérica, admiten que la calidez del público ha dejado una marca en ellos. “No directamente en un sentido musical, pero sí emocionalmente. Latinoamérica tiene una calidez y una apertura que sentimos en cada concierto. No nos hemos inspirado en un sonido específico, pero la forma en que la gente responde a nuestra música es realmente inspiradora”.El equilibrio entre su esencia post punk y su impulso por experimentar define el rumbo de Molchat Doma. Para ellos, el cambio es una consecuencia natural del proceso creativo. “Lo principal es no tener miedo. Si eres honesto contigo mismo, el cambio siempre resultará natural. No intentamos proteger un sonido antiguo ni buscar uno nuevo; simplemente nos dejamos llevar por nuestros instintos. Si nos emociona, es el camino correcto”.