Jueves, 26 de Diciembre 2024

Meryl Streep y Murakami agrandan su leyenda en España

La actriz estadounidense y el escritor japonés fueron condecorados con el Premios Princesa de Asturias, cada uno en su respectiva disciplina

Por: Agencias

Haruki Murakami y Meryl Streep, presentes en la entrega de los Premios Princesa de Asturias. EFE

Haruki Murakami y Meryl Streep, presentes en la entrega de los Premios Princesa de Asturias. EFE

La actriz estadounidense Meryl Streep formalizó ayer su ingreso en las páginas de oro de los Premios Princesa de Asturias, con una interpretación en el papel de vencedora del galardón de las Artes que hipnotizó al millar de asistentes a la entrega de los galardones en Oviedo. 

Acostumbrada al éxito por una carrera que la ha encumbrado como una leyenda cinematográfica, Streep, de 74 años, volvió a recorrer la alfombra de las estrellas. Esta vez de color azul y no para recibir alguno de los tres Oscar que atesora, sino el diploma de la Fundación Princesa de Asturias por el que se confesó “muy orgullosa”. 

“Como he representado a personajes extraordinarios, ahora me toman por una de ellas”, bromeó la estrella de Hollywood al aludir a algunos de sus papeles inolvidables, como los de “Out of Africa” o “The Iron Lady”. 

Con la sencillez exhibida durante su estancia en Oviedo y sus gafas de pasta, Streep se mostró honrada de pasar a ser una más de “las voces de muchos héroes” del siglo XX y XXI que han sido reconocidos con los premios que concede la Fundación Princesa de Asturias

La veterana actriz se une a otros iconos del cine como Woody Allen o Martin Scorsese y, en otros campos, a Nelson Mandela, Yasser Arafat e Isaac Rabin o los inventores de la vacuna contra la COVID-19, premiados en otras ocasiones.

Siguiendo en el ámbito cultural, el escritor japonés Haruki Murakami recibió el Premio Princesa de Asturias de Literatura. El Jurado destacó en Murakami “su capacidad para conciliar la tradición japonesa y el legado de la cultura occidental en una narrativa ambiciosa e innovadora”.

Previo a la entrega del reconocimiento, el escritor japonés habló sobre el conflicto en la Franja de Gaza, al cual calificó como un espantoso ejemplo de cómo nuestro mundo está dividido por muros, tanto físicos como metafóricos.Y aunque admite que ahora sólo puede rezar por la paz, confía en que la ficción, más que ofrecer una vía de escape, pueda ayudar a entender, y a sobrevivir, en tiempos cada vez más peligrosos.

“Tengo amigos judíos en Israel. Y también soy consciente de que la situación palestina que vi cuando visité Israel es miserable… Así que todo lo que puedo decir es que recemos para que la paz se imponga lo antes posible”, compartió el escritor.

CT

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