El 15 de junio será una fecha especial para el rock mexicano y, principalmente, para quienes crecieron con una de las bandas más longevas de Guadalajara: Azul Violeta, que tras 30 años de trayectoria decide poner el punto final a una generación que marcó escuela en la industria musical y abrió caminos para hacer del rock tapatío un estandarte nacional.Iván González, tecladista de la agrupación nacida a finales de los años 80, considera que el momento de cerrar el ciclo de Azul Violeta es necesario, no por falta de ganas y nuevas ideas, sino para dar paso a los proyectos personales que cada integrante de la banda -conformada por Ugo Rodríguez (voz), Yuri González (bajo), Daniel Aceves (batería) y Andrés Shaboomy Lozano (guitarra) - ha impulsado desde hace un par de años en el sendero musical y también por el lado de la producción.“Azul Violeta es una banda a la que amamos, a la que llevaremos en nuestros corazones toda la vida, son muchos los sentimientos los que están presentes. No es fácil, hay muchos recuerdos, hay nostalgia, nos quedamos con lo bueno de esta carrera de tantas décadas. Ponemos punto final por respeto a todo lo que hicimos juntos y lo que nos han dado”, detalla el tecladista de la agrupación tapatía.Será en el Conjunto Santander de Artes Escénicas donde Azul Violeta ofrezca su último concierto, para el que alista un repertorio especial que recorrerá toda la trayectoria de la banda, en donde se dé la despedida a canciones que lideraron no solo listas de popularidad, sino que se quedaron en la memoria colectiva y en las veladas de los bares en donde cada fin de semana se replican éxitos como “Tu luz”, “Éxtasis” y “Ella quiere más”, entre otras.La nostalgia es evidente cuando Iván González recuerda los primeros pasos de Azul Violeta, los músicos que transitaron en las diversas etapas de la banda, los aprendizajes que cada tropezón dejó, el encuentro generacional que sin mayores pretensiones lograron en los últimos años de la agrupación y los retos que enfrentaron para posicionarse en una industria en la que las redes sociales no figuraban como una herramienta clave para marcar presencia en el público.“Azul Violeta es de esas últimas bandas en las que la personalidad de cada integrante quedó palpada en el público; las personas identifican la voz de Ugo en cualquier canción, nuestra forma de tocar, algo que quizá las nuevas bandas no tienen. No sé qué hubiera sucedido si Azul Violeta surgiera en este tiempo. La música es un medio cada vez más complejo, ahora no solo tienes que ser buen músico, también tienes que ser buen compositor, saber muchas cosas más como marketing, redes sociales, multimedia, ser relacionista... Es otro mundo diferente a en el que nacimos”.Iván González, quien previo a su integración a Azul Violeta recorrió camino en Maná, considera que no existen cosas por las cuales arrepentirse respecto a cómo la banda fue trazando su propia historia, conquistando los escenarios y diversos caminos y estilos que cada uno a su modo brindó a la banda.“Creo que Azul Violeta aportó honestidad al rock mexicano. Desde nuestro primer disco fuimos una banda súper honesta. Cuando ‘El Vampiro’ y yo salimos de Maná mucha gente esperaba que fuéramos algo similar a Maná, pero hicimos algo totalmente diferente. Azul Violeta fue vanguardista, quizá un poco incomprendida, que tomó muchos riesgos y que siempre creyó en lo que hacía, que dejó un mensaje en un legado, canciones que siguen siendo más actuales que cuando las escribimos como ‘Respétala’ del disco ‘América’ hace 28 años y que habla sobre la naturaleza”.Aunque Azul Violeta acostumbra tener invitados especiales en sus presentaciones de aniversario, en este concierto de despedida Iván González adelanta las intenciones de tener en el escenario a exintegrantes de la misma agrupación, por lo que la invitación está abierta para músicos como Alex Pérez (baterista) y César López “El Vampiro” (primer guitarrista de Azul Violeta).Concierto de despedida de Azul Violeta, 15 de junio en la sala Plácido Domingo del Conjunto Santander de Artes Escénicas (CAE), 21:00 horas. Boletos: de $300 a $750 pesos.