En México, cuando una persona fallece y deja deudas, el manejo de su testamento y la distribución de sus bienes se ve afectado por la existencia de estas obligaciones financieras. Aquí te mostramos cómo funciona el proceso:Antes de que los bienes del fallecido se distribuyan entre los herederos, es necesario saldar sus deudas. En México, la ley establece que las deudas del fallecido deben ser pagadas con el patrimonio del difunto antes de que cualquier herencia sea entregada a los herederos. Esto significa que los activos del difunto se utilizan para liquidar sus obligaciones financieras.Los herederos no son responsables de las deudas del fallecido más allá del valor de los bienes que heredan. En otras palabras, si las deudas del fallecido exceden el valor de su patrimonio, los herederos no están obligados a pagar la diferencia con sus propios recursos. Sin embargo, la herencia puede ser afectada si hay un monto considerable de deudas, ya que el valor total de los bienes heredados se reducirá en función de los pasivos que se salden.Cuando hay deudas significativas, puede ser necesario llevar a cabo un procedimiento judicial conocido como "sucesión testamentaria" o "sucesión intestamentaria" (en caso de que no haya testamento). Durante este proceso, un juez verificará los bienes y deudas del fallecido. Los acreedores tienen la oportunidad de presentar sus reclamaciones para que las deudas sean reconocidas y pagadas de acuerdo con la ley.En el proceso de sucesión, se realiza un inventario y avalúo de todos los bienes del difunto. Este inventario es esencial para determinar el valor total de la herencia y para asegurar que las deudas sean pagadas de manera adecuada. Solo después de que las deudas sean satisfechas, los bienes restantes se distribuirán entre los herederos según las disposiciones del testamento o de acuerdo con la ley en caso de ausencia de testamento.Los herederos tienen la opción de aceptar o rechazar la herencia. Si las deudas del fallecido son superiores al valor de los bienes, los herederos pueden optar por renunciar a la herencia para evitar la responsabilidad por las deudas. Esta decisión debe ser tomada con cuidado y, en muchos casos, con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho sucesorio.Las deudas del fallecido deben ser saldadas con los bienes de su patrimonio antes de que los herederos reciban su parte de la herencia. Los herederos no están obligados a pagar más allá del valor de los bienes heredados y pueden optar por rechazar la herencia si las deudas son excesivas. El proceso de sucesión garantiza que las deudas se paguen adecuadamente y que la distribución de la herencia se realice conforme a la ley.BB
