La historia de amor y éxito entre Grupo Pachuca y el Club León parece tener fecha de caducidad. En una comparecencia que ha generado un eco inmediato en la industria deportiva, Jesús Martínez Murguía, presidente de la institución esmeralda, confirmó lo que se rumoraba desde hace meses: la "Fiera" está en proceso de venta. La decisión no obedece a un cansancio del proyecto, sino a la creciente presión de la Liga MX por erradicar la multipropiedad antes del Mundial de 2026.Martínez Murguía fue enfático al señalar que, aunque el proceso es irreversible, la prioridad inmediata no es el cheque, sino el césped. "No, bueno, yo creo que antes de que nada de la venta, es que el equipo esté peleando", afirmó el directivo, dejando claro que tras un torneo complicado, su preocupación reside en devolverle la identidad a un equipo que se acostumbró a ganar. Para el presidente, el atractivo del León es innegable: una base de aficionados leal, un palmarés histórico y finanzas que, en sus palabras, "son muy atractivas para cualquier inversor".El plan de salida de Grupo Pachuca no será una desbandada total. La estrategia, similar a modelos europeos en España o Arabia, consiste en vender la mayoría accionaria (se especula entre un 80% y 90%) pero conservar una participación mínima para asegurar que la filosofía que transformó al club desde su ascenso en 2012 no se pierda. "Lo que estamos buscando primero es regresar al protagonismo y después ya vendrán estas opciones que estamos ya evaluando", explicó Martínez.El directivo reveló que las pláticas con grupos inversores, tanto nacionales como extranjeros, ya están en una fase avanzada. La condición no negociable es que los nuevos dueños "comulguen" con el proyecto forjado en estos 15 años. Según el cronograma compartido, la transacción debería cerrarse en un plazo máximo de seis meses. "A lo mucho nos iremos seis meses más, vamos por buen camino, hemos recibido ofertas importantes", sentenció.Con esta venta, el Club León se prepara para cerrar uno de los capítulos más gloriosos de su historia, uno donde pasó de la oscuridad del ascenso a ser bicampeón y monarca de la Concacaf. El reto para quien tome el relevo será mayúsculo: mantener a un equipo de 19 títulos oficiales en la cima, mientras la familia Martínez se despide del Bajío para concentrar sus fuerzas exclusivamente en los Tuzos del Pachuca.SV