Ante una entrada espectacular que se registró en la Plaza de Toros Nuevo Progreso, se llevó a cabo la octava corrida del serial de reapertura con la despedida de la leyenda del toreo a caballo, Pablo Hermoso de Mendoza. Antes de iniciar el festejo se le rindió un homenaje al maestro con mariachi, ballet folclórico y escaramuzas.Abrió plaza el toro “Cuadrillero”, que lidió Pablo Hermoso y llevó al burel cosido a su montura. Con quiebros de mucho poder, cubrió el tercio de banderillas para después colocar las banderillas cortas con igual maestría. Dejando claro su categoría de primera figura, dejó llegar al toro a terrenos que olían a percance, emocionando al tendido. El rejón de muerte cayó un poco trasero, pero hasta el fondo, con lo que dobló el toro. Dos orejas.El toro de la despedida fue “Báltico”. Con clase, lo recibió en los medios para recorrer todos los terrenos de la plaza. En el tercio de banderillas, demostró su jerarquía ganada en todos sus años de torero, mientras lo acompañaba la música de la banda que entonaba Las Golondrinas.René Tirado, el forcado mazatleco, dejó en claro por qué es el mejor cabo de México, haciendo una pega de poder a poder. El Navarro dejó el rejón en buen sitio. Una oreja.Guillermo Hermoso recibió a “Escritor”, segundo de la tarde, que tuvo una salida alegre, con piruetas en la cara del toro y llevándolo pegado a la grupa. Los forcados portugueses pegaron al toro de manera magistral en el primer intento. El hijo de la leyenda falló reiteradamente con el rejón de muerte. Ovación.Saltó como quinto “Venadito”, que Guillermo recibió pegado a la puerta de los sustos, para después, llevándolo como imantado a su caballo, torear en redondo. Usando los cuartos traseros como muleta, recorrió cada palmo del ruedo, dejando claro que el apellido no le pesa y que realmente quiere quedarse con el lugar de su padre.El toro tenía un recorrido extraordinario, por lo que un sector muy importante comenzó a pedir el perdón, el cual fue concedido. Ante la buena entrada que registró el coso, esto abonó bastante a la fiesta, pues los nuevos aficionados comprobaron que el toro que pelea en el ruedo puede regresar al campo a padrear. Indulto.El tercero de la tarde fue “Cocinero”, que tocó en suerte a Fauro Aloy, quien lució solvente con las banderillas, poniéndolas al violín. No fue certero con el acero. Salida al tercio.Cerró plaza “Andasolo”, que despachó el jinete mexicano Fauro Aloy. Estuvo voluntarioso, pero nuevamente falló con el rejón. Hubo una leve petición de oreja, que no fue otorgada. Vuelta al ruedo.Al finalizar la corrida, hubo otro homenaje con mariachi para la leyenda del rejoneo y los asistentes salieron contentos ante una buena tarde.SV