Luego de que lograra la segunda medalla paralímpica de su carrera, el jalisciense José de Jesús Castillo no tuvo problema para revelar uno de los momentos más especiales que ha vivido a su regreso de París 2024.Se trata del abrazo que tuvo con su hijo Iann, mismo al que le dedicó esta medalla que lo acredita como uno de los tres mejores exponentes del mundo en su categoría dentro del powerlifting.“Me siento muy emocionado, fue muy emotivo que estuvieran todos, que vinieran a recibirme; y fue la cereza en el pastel después de conseguir la medalla. Fue a doblegarme (su hijo Iann), fue a abrazarme y estuvo llorando conmigo, fue muy emotivo. Esta medalla es para mi familia, para mi hijo, en Río 2016 aún no tenía a mi bebé, ahora que lo tengo quería dedicársela y ganarla para él”, comentó.Este bronce en París 2024 significó la segunda medalla de Castillo en su carrera dentro de Juegos Paralímpicos, pues previamente logró este mismo resultado en la justa veraniega de Brasil hace ocho años. En este sentido Castillo reconoció la mejoría que tuvo durante el último ciclo paralímpico: “El mismo sentimiento de cumplir con el objetivo que te planteas, trabajas duro durante todo un ciclo para que se vea reflejado con un resultado, en Río (2016) lo logramos, en Tokio (2020) se nos fue la medalla, pero algo mejoramos que volvimos al podio”, comentó.La medalla de Castillo fue la última que consiguió nuestro país en los Paralímpicos, justa en la que México logró un total de 17 preseas.
