En Jamaica es imposible escapar a la alargada sombra de Bob Marley, que envuelve la Isla con su magia y donde los campos de futbol incluso la abrazan luego de haberse convertido en la segunda pasión del país, sólo por detrás del reggae.Después de su muerte, sus hijos continuaron su ejemplo y la Selección femenina de futbol, clasificada para su primera participación en una Copa del Mundo, en Francia, le debe mucho a su hija Cedella.La manzana nunca cae lejos del árbol: en 1998, su hijo mayor Ziggy Marley registra el himno nacional de los “Reggae Boyz”, el equipo nacional masculino, que se clasificó por primera vez en su historia a un Mundial, en Francia.Cedella Marley, por su parte, salió a socorrer en 2014 a la escuadra femenina, cuyo programa había sido disuelto por la Federación de su país y que ni siquiera formaba ya parte del ranking de la FIFA.Patrocinadores, apoyo financiero y mediático, gracias a la ayuda de su nueva embajadora, que embarcó incluso a sus hermanos Stephen y Damian para componer su nuevo himno, las “Reggae Girlz” terminan clasificándose para el Mundial 2019, de nuevo en Francia.“Ella tomó riesgos por nosotros, está aquí desde el principio”, dijo el entrenador del equipo Hue Menzies.Y, en su país de origen, eso no pasa inadvertido: el domingo 19 de mayo, durante su último encuentro en casa antes de la competición, el sonido del Estadio Nacional de Kingston agradeció media docena de veces a Cedella, emocionada a su vez en la grada.Esa pasión, según relata ella después de la victoria de Jamaica 3-1 contra Panamá, le viene de su padre.El futbol “ha estado en mi vida desde mi nacimiento por lo que era normal formar parte” de esta aventura, cuenta sobre el césped después de ser abrazada y felicitada por las “Reggae Girlz”.“Necesitaban ayuda, eran mujeres y les dijeron que no podían practicar el deporte que aman, así que nos involucramos, ¡y aquí estamos!”, subraya Cedella.
