El bloque de apartamentos en Londres donde vivieron exiliados Manuel Chaves Nogales y Luis Gabriel Portillo, o el edificio donde se fundó el servicio mundial de la BBC son algunas de las paradas de la primera ruta del exilio español, presentada el pasado jueves en la capital británica.El "tour" guiado, organizado por el Instituto Cervantes, permite viajar al pasado político y cultural de España y el Reino Unido visitando rincones significativos para españoles célebres que hallaron refugio en este país tras la Guerra Civil (1936-39).Entre aquellos que recalaron en la capital británica figuraron el reconocido médico Josep Trueta -uno de los cirujanos militares más destacados del siglo XX-, Esteban Salazar Chapela, que escribió la crónica del exilio republicano en Gran Bretaña con su fascinante "Perico en Londres", o Pío Baroja ("La ciudad de la niebla").La gira literaria arrancó con la presencia del director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, en la céntrica Russell Court, donde el nieto del sevillano Manuel Chaves Nogales, Antony Jones, leyó fragmentos de cartas autocensuradas escritas por su abuelo desde este país a su familia en España.En esas misivas "muy personales" se aprecia, según el nieto del autor de "A Sangre y Fuego", "la tristeza de un exiliado alejado de su patria".También el hijo del escritor, poeta y académico Luis Gabriel Portillo, Michael Portillo (expolítico conservador y periodista), compartió recuerdos de su padre, que tras perder su trabajo el 18 de julio de 1936, logró, tras varios periplos por Madrid, Valencia y Barcelona, huir a Inglaterra.En este país, Portillo impartió clases a un grupo de niños refugiados vascos en una colonia cercana a Oxford, donde conoció a su esposa, la escocesa Cora Blyth, con quien terminó mudándose a Londres, donde entabló amistad con Arturo Barea y Chaves Nogales."Siempre tuvo muchísima nostalgia de España", admitió hoy su hijo, que recordó que su padre, que escribió un poemario titulado "Ruiseñor en el exilio", pudo regresar a su patria natal tras 20 años fuera.La ruta se detuvo en el número 46 de Kingsway, las oficinas del que fuera embajador español Pablo de Azcárate, "centro de reunión de exiliados" y hubo paradas en el British Museum para hablar de Esteban Salazar Chapela y en el LSE, para invocar a Josep María Batista Roca.La Bush House, antigua sede de los servicios internacionales de la BBC, fue otro punto de interés, pues allí trabajaron Chaves Nogales, Arturo Barea o Luis Gabriel Portillo."Con la emocionante ruta del exilio, mientras recordábamos a Chávez Novales y a Barea, a Salazar Chapela, a Cernuda, ha quedado manifiesto que la cultura teje vínculos y que la cultura es lo que nos hace profundizar en las relaciones", destacó García Montero.La agenda del Cervantes incluyó también la firma de un acuerdo de colaboración entre el presidente de la British Spanish Society, Jimmy Burns Marañón, y García Montero, a fin de cooperar en materia educativa y académica, estudios técnicos y de consultoría, entre otros.Además, el fondo antiguo de la biblioteca del Instituto Cervantes de Londres será dedicado a la memoria del hispanista y catedrático británico Trevor Dadson (1947-2020).Otro de los platos fuertes de la jornada es la devolución de un manuscrito de finales del siglo XVI, titulado 'Abusos de comedias y tragedias', a la Biblioteca Nacional, representada por su directora, Ana Santos.El manuscrito está datado entre 1580 y 1583 y apareció en una librería de viejo del condado inglés de Wiltshire y fue adquirido, sin saber su valor ni su procedencia, por un catedrático emérito del University College of London.La jornada cultural culmina con una presentación de la traducción al inglés del libro "Wild Creature (Animal de bosc)", del poeta catalán Joan Margarit (1938-2021), premio Cervantes 2019.