El valiente, la bandera, la chalupa son algunas de las cartas del juego de mesa de la lotería mexicana; no existe un dato certero de cuando se comenzó a jugar en México, lo que se puede señalar es que tiene antecedentes con la lotto de origen napolitana que consiste en sacar números y figuras al azar, gana el jugador que completa una cartilla.Seguramente de Italia el juego se trasladó a España y luego llegó a lo que fue la Nueva España, inicialmente con figuras básicas como el sol, la luna, mismas que se fueron transformando con el paso del tiempo. El pasatiempo se difundió durante el periodo de la Guerra de Independencia, con los soldados; posteriormente se popularizo a través de ferias, no podía faltar en kermeses que se llevaban a cabo en escuelas públicas y privadas y, por supuesto, en muchos hogares.Para jugar la lotería se requiere que los participantes coloquen una ficha que pueden ser piedritas, frijolitos, una moneda, o lo que la imaginación mande, en las ilustraciones que se encuentran en una planilla que contiene nueve o doce, en la medida en que las imágenes ahí impresas coinciden con las extraídas de un mazo o baraja de cincuenta y cuatro cartas.Se requiere de una persona conocida como “gritón”, quien anuncia las cartas que van saliendo al azar, dependiendo de las plantillas será el número de jugadores que pueden ser de hasta doce personas, gana quien llene la planilla. La persona gritona se ha distinguido con frases como “¡Se va y se corre con la vieja del pozole!”, “¡Corre y se va!”, “la cobija de los pobres” pues hace alusión al sol, o refranes como “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”, “el que es perico donde quiera es verde”. También el ganador cuando gana grita: “¡Lotería!”.Al evolucionar las figuras se creó un imaginario único y hasta pícaro, algunas son representativas de la cultura mexicana por ejemplo las patrióticas como la bandera o el nopal; de la cotidianidad como el cazo, la escalera; sobre la flora y fauna como la rana, el árbol o la serpiente; o las emblemáticas como el valiente o catrín.La lotería además de ser divertida, cumple con una función educativa, pues propicia la observación, reflexión y resolución de problemas, genera habilidades corporales, manuales, mentales, verbales, accede a la fantasía y creatividad. Sirve como un medio para la incorporación de las nuevas generaciones a su cultura y llega a convertirse en costumbre o tradición, lo que es importante pues la memoria se encuentra continuamente amenazada por el olvido.En la actualidad los niños difícilmente se reúnen a jugarla, por el exceso de videojuegos o la televisión, además de que los niños de hoy, al contrario de los que hace veinte o treinta años, no se relacionan con compañeros de la misma edad en ambientes de libre acceso, por falta de espacios o por la inseguridad en las calles.Con el tiempo se han diseñado loterías temáticas, locales, históricas, prehispánicas, aunque la tradicional sigue siendo la predilecta. Busca reunirte con tu familia y amigos para jugar a la lotería, recuerda que además de divertirse con suerte resultas ganador… ¡Buenas!Esta entidad está compuesta por aspectos de índole multicultural que durante su proceso evolutivo ha forjado de manera distintiva su identidad. Sus habitantes como parte esencial de sus componentes producen la herencia cultural material e inmaterial, representada por su entorno natural, arquitectura, urbanismo y tradiciones, los cuales, se encuentran sujetos a un proceso constante de adaptación a los tiempos modernos.