La noche del sábado, la prestigiosa compañía de danza canadiense, Les Grands Ballets Canadiens bajo la dirección artística de Ivan Cavallari, ofreció la primera de sus dos funciones en la Sala Plácido Domingo del Conjunto Santander de Artes Escénicas, presentando un espectáculo que fusionó la danza, la música orquestal y el canto coral en vivo. La obra elegida para esta ocasión fue "Carmina Burana", inspirada en los célebres poemas medievales que el compositor alemán Carl Orff transformó en una de las cantatas más icónicas del siglo XX.Este evento tuvo un matiz especial para el público jalisciense, ya que entre los integrantes de la compañía destaca el bailarín tapatío José Ángel Vizcaíno, quien desde 2021 forma parte de la compañía, llevando el talento de Jalisco a escenarios internacionales.El espectáculo, que dio inicio pasadas las 19:30 horas, y lució con localidades agotadas, estuvo construido en dos partes; la primera fue clásica en donde se ejecutaron los actos de “Jeunehomme” del ex bailarín y coreógrafo Uwe Scholz quien se inspiró en la alegría presente en las obras del compositor austriaco Wolfgang Amadeus Mozart para crear esta pieza con 21 bailarines que se estrenó en los Ballets de Montecarlo en 1986."Jeunehomme" se estructura en tres movimientos clásicos (allegro, andantino y presto) y presenta a seis parejas del cuerpo de baile, acompañadas por dos dúos principales que ejecutaron elegantes pas de deux.La obra concluyó con un bailarín en solitario, representación del propio Mozart, quien aparece para cerrar con una interpretación que sintetiza la esencia de la música del compositor. La disciplina y sincronía de las parejas, combinadas con la destreza técnica de los solistas, ofrecieron al público un espectáculo visual y emocionalmente cautivador.Mozart compuso el concierto "Jeunehomme" a la joven edad de 21 años, inspirado por Victoire Jenamy, (entendida incorrectamente por Mozart como “Jeunehomme”) hija del célebre coreógrafo Jean-Georges Noverre. A lo largo de los siglos, la pieza ha mantenido su relevancia, siendo apreciada por su capacidad de transmitir alegría y vitalidad.Después de un breve intermedio, la función continuó con la esperada presentación de “Carmina Burana", una obra que el coreógrafo Edward Clug reinterpretó para la segunda parte del espectáculo. Clug tomó como base la obra de Orff, adaptada de 24 poemas medievales, para crear una coreografía que enfatiza el concepto del destino y la incertidumbre humana frente a la vida.La pieza abrió con el famoso primer movimiento, "O Fortuna", cuyos poderosos acordes evocan la ineludible fuerza del destino y la fragilidad de la humanidad ante las vicisitudes del mundo. A lo largo de la velada, la coreografía siguió la estructura cíclica de la obra, reflejando la constante rotación de la "rueda de la fortuna".La compañía, que contó con 45 bailarines en escena, estuvo acompañada por la Orquesta Solistas de América, solistas y el Coro Municipal de Zapopan.El espectáculo se presentará de nuevo en el mismo recinto este domingo a partir de las 18:00 horas. Las localidades ya están agotadas. YC
