Sábado, 01 de Febrero 2025

Rodrigo Ímaz: Creatividad y sátira que flotan “En el aire”

El artista plástico inauguró una muestra en la que reflexiona sobre el arte, la cultura y la vida

Por: El Informador

La muestra del artista mexicano Rodrigo Ímaz está conformada por diversas piezas de grabado, fotografía, pintura, escultura y arte objeto. EL INFORMADOR/ H. Figueroa

La muestra del artista mexicano Rodrigo Ímaz está conformada por diversas piezas de grabado, fotografía, pintura, escultura y arte objeto. EL INFORMADOR/ H. Figueroa

En el marco del ART WKND GDL 2025, el artista mexicano Rodrigo Ímaz presenta en Galería Adentro su primera exposición individual en Guadalajara, titulada “En el aire”. La muestra, que estará abierta al público hasta el 30 de marzo, reúne diversas piezas de grabado, fotografía, pintura, escultura y arte objeto, ofreciendo una visión multidimensional sobre el juego, la cultura y la sociedad.

Este proyecto artístico se expande más allá de la galería e involucra también los espacios de Bruna y Octo, un jardín donde convergen gastronomía, arte y arquitectura. 

Con un enfoque crítico y reflexivo, Ímaz propone una exploración sobre la esencia del juego como una herramienta de aprendizaje y conexión humana, con el futbol callejero como uno de sus principales referentes.

En entrevista con EL INFORMADOR, Rodrigo Ímaz se mostró entusiasmado por la efervescente escena cultural de la ciudad. “Estoy feliz y muy sorprendido; primero, de cómo ha crecido y cambiado Guadalajara, de su oferta artística y cultural, de su gastronomía maravillosa, de la calidez, del recibimiento que me han dado ha sido muy conmovedor, me llena de entusiasmo y de alegría pensar que puedo establecer, digamos, una relación con esta hermosa ciudad”, expresó.

El artista destacó que encontró en Guadalajara una comunidad que disfruta y consume arte sin depender de la validación externa. “Hay una escena local muy potente, con un espectador muy interesado y muy entusiasta, y algo que me parece muy bello es esta comunidad que disfruta el arte sin necesidad de una validación de otras regiones o de una cosa internacional. Realmente, algo muy consolidado y muy potente”, afirmó.

Una reflexión sobre el juego y la sociedad

Ímaz explicó que su exposición surge de una exploración previa sobre el juego de pelota y el futbol, pero con un enfoque más cercano a la cascarita callejera que al futbol comercial. “Me interesa mucho esta idea del juego del tablero, del balón como ficha que articula el juego. Me acuerdo cuando éramos niños y jugábamos bote pateado, entonces también por aquí hay una serie de latas aplastadas y todo esto me permite generar alegorías sobre el juego como este aspecto profundo que nos permite conocer la realidad”, señaló.

Para el artista, el juego es un simulacro de la vida adulta y una herramienta esencial para el aprendizaje y la diversión. “El juego es algo que nos tiene que acompañar a lo largo de la vida como un elemento lúdico y de aprendizaje. Cuando el juego deja de ser divertido, pierde su sentido”, reflexionó.

Humor y la sátira en la identidad mexicana

En su obra, Ímaz incorpora elementos de sátira y humor negro, características que, según él, son esenciales en la cultura mexicana. “Nuestra manera de enfrentar la muerte, en términos culturales, es una forma muy ventajosa de procesar los lutos. Hay muchas sociedades que están encerradas en la negación de la muerte, pero nosotros cuando honramos a nuestros muertos, comemos con ellos, alumbramos el camino y ofrendamos flores, bebidas, lo que le gustaba hacer al difunto”, explicó.

El artista lamentó que esta tradición esté en riesgo debido a la influencia de Halloween y su comercialización. “Se está convirtiendo en una relación muy capitalista y comercial, cuando nosotros realmente lo que hacemos es ir a hablar con nuestros muertos por la vía de recordarnos”, añadió.

Un recorrido por 170 piezas

La exposición está compuesta por alrededor de 170 piezas, que incluyen 100 balones, esculturas, pinturas y dibujos. Ímaz destacó que la disposición de Galería Adentro, junto con los espacios de Bruna y Octo, refuerza la idea de un arte que trasciende los espacios cerrados. “Esta muestra invita al descubrimiento, de los rincones de lo que normalmente no volteamos a ver, de lo que normalmente pasamos por alto. Hay una disposición tradicional de las piezas en el interior, pero en los jardines van a encontrar un montón de balones de mármol, balones convertidos en macetas y piezas vivas que cohabitan con el entorno natural”, detalló.

Una experiencia interactiva

Los visitantes de “En el aire” se encontrarán con una exposición que evoca la nostalgia del futbol callejero y la apropiación del espacio público. “Algo que recuerdo con mucha alegría y añoranza era la idea de la cascarita que podía generarse en cualquier lugar, la apropiación del espacio público de la calle. También hay otra palabra muy bonita que son las ‘coladeritas’, porque usábamos la coladera de un lado de la calle como portería y la coladera del otro lado para marcar el gol”, relató.

Ímaz lamentó que actualmente se haya perdido esa conexión con la calle y el espacio público debido a las nuevas dinámicas digitales. “Hoy lo que se está perdiendo es esta conexión con la calle, con el espacio, y de pronto estos dispositivos que nos mantienen en el scroll y nos alejan de esta posibilidad de compartir con el otro”, mencionó.

Además, subrayó que el arte debe mantenerse abierto y en contacto con lo público. “El arte necesita de puertas abiertas, de ventanas abiertas, de conexión con lo público, y por otro lado, el arte cada vez vive en un campo más expandido. Creo que la idea del cubo blanco encerrado en sí mismo es una idea bastante obsoleta”, afirmó.

Su incursión en el cine

Además de su trabajo en las artes plásticas, Ímaz ha incursionado en el cine. En 2016 dirigió el documental “Juan Perros”, que recibió una buena acogida en festivales.

Actualmente, trabaja en su segundo largometraje, un documental sobre su abuela, quien llegó a México exiliada por el franquismo.

“Ella era de origen catalán y llegó a México a los siete años con tuberculosis en un pulmón, después de un largo viaje y un periplo de cerca de dos años por Europa. Fueron expulsados por el franquismo y, cuando se iban a subir a un barco para venir a América, los nazis cerraron el Mediterráneo y se quedaron atorados”.

“Eventualmente, el gobierno de Cárdenas mandó un barco para rescatarlos y llegaron dos años después a las costas de Veracruz”, narró.

La historia evolucionó hacia una reflexión sobre la muerte y la eutanasia, a raíz del deterioro de la salud de su abuela. “El documental evoluciona hacia un tema de cómo morimos, de cuál es el gran exilio, no el exilio republicano, sino el gran exilio que significa dejar. Entonces hay un tema de eutanasia y de lo que llamaríamos el bien morir”, explicó.

El documental, que podría estrenarse en el Festival de San Sebastián, espera un recorrido por festivales y, con suerte, su proyección en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), en 2026.

CT

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