Jalisco es semillero de talento femenino, de mujeres que día a día van forjando la identidad y la tradición cultural de nuestro Estado. Mujeres de todas las edades que desde ámbitos, profesiones y gremios muy distintos hacen arte y hacen cultura, enriquecen nuestro acervo, y mantienen viva nuestra escena.Pero un sector en el que las mujeres también se han destacado, y en el que no obstante no contamos con muchas exponentes, es el de la música. Jalisco también tiene grandes mujeres compositoras que hacen y crean música, que dan su toque particular y su esencia a sus composiciones, que dejan el alma en cada nota y partitura por ellas concebida.Ejemplo de esto es la compositora tapatía Julieta Marón, una artista multidisciplinaria que en el contexto del 8M, una de sus piezas, “Maíz”, está siendo interpretada por la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) en su Programa número 5, como una manera de visibilizar el talento nuestro y la gran labor artística femenina en nuestro estado, a la que hay nombrar, exponer y dar más espacio, ahora y siempre. Julieta Marón nació en Guadalajara, y desde pequeña sintió una inclinación natural e irresistible hacia el mundo de la música. Si bien nadie en su familia era un músico profesional, su padre, el poeta, dramaturgo y periodista Tufic Marón, cuyo aporte fue fundamental en la historia del teatro de Guadalajara, era un melómano por naturaleza y se rodeaba de músicos virtuosos. Por las noches su casa era sitio de reunión y de conciertos privados donde desfilaban figuras de la talla de Armando Manzanero, Amparo Montes, Vicente Garrido, Arturo Xavier González y Leonor Montijo, de modo que la joven Julieta Marón fue introducida desde muy pequeña en un ambiente musical, bohemio e inspirador, en aquellas madrugadas interminables de versos y canciones que la marcaron para siempre.A los catorce años ingresó a la Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara, que cursó durante tres años, donde se adentró a la experiencia de la música de concierto, y se volvió virtuosa en el arte de la guitarra clásica. Inicialmente su intención era estudiar Composición, la cual fue removida del programa por falta de demanda, habiendo tan sólo dos estudiantes interesados en tomar la carrera. A la par de su afición por la música, Julieta Marón también estudió Ciencias de la Comunicación en el ITESO, y regresó a la música en un aprendizaje más bien autodidacta, tomando clases particulares con Domingo Lobato y Víctor Manuel Medeles, importantes músicos de Jalisco.Si bien su vida profesional ha sido un vaivén entre distintas disciplinas, como las artes plásticas y la comunicación, el corazón de Julieta Marón pertenece a la música. Una relación que, como para todos aquellos que se dedican al arte por amor, es la vez gratificante y azarosa. Julieta afirma que uno hace estas cosas por nada más y nada menos que el amor, ya que la música, si bien es una parte fundamental en el funcionamiento del mundo, no siempre es tan redituada en la vida. Ejemplo en su propia historia es la ocasión en que tuvo que producir la mitad de un disco son sus propios recursos, debido a que no pudieron otorgarle el dinero completo de una beca que ganó. Otro factor que Julieta Marón considera importante son los retos adicionales que como compositora debe enfrentar por ser mujer, reconociendo que no hay muchas compositoras en nuestro Estado.“Ni los directores ni las directoras confían en las mujeres. No llaman a las mujeres, solamente llaman a los hombres. En la historia de la música, ¿cuántas mujeres ves? Casi no hay. Es difícil vivir de esto, para quien sea. Para los hombres también, pero para las mujeres más. Hay un imaginario social que hace que se desconfíe de las mujeres, que hace creer que la mujer no lo puede hacer tan bien como un hombre. Esto lo haces por amor al arte, el amor al arte siempre es muy grande. Tan grande que a los que hacemos esto no nos importan muchas cosas en ese sentido con tal de hacer algo; es lo que nos gusta, es lo que nos apasiona”, comparte la compositora y artista multidisciplinaria en entrevista con EL INFORMADOR.Pese al contexto anterior, Julieta Marón piensa que la situación está cambiando para las mujeres en el ámbito musical, pero reconoce que hacen falta compositoras, pues es un gremio con mayor presencia masculina.“Las cosas se están abriendo, muy lentamente pero se están abriendo. Definitivamente no es igual que antes, aunque también hay que decir que hay muy pocas compositoras en Jalisco. Dedicarte a esto es un gran riesgo, pero también tengo que decir que prefiero ser independiente y libre”. El Programa 5 de la OFJ está presentando “Maíz” una de las obras para orquesta de Julieta Marón. “Maíz”, que es un espléndido viaje sonoro que combina sonidos orquestales con elementos prehispánicos, está estructurada en tres movimientos (Siembra, Germinación y Cosecha), y plasma el simbolismo del maíz como elemento central de la mexicanidad. Agregando instrumentos prehispánicos como el huéhuetl, el teponaztli y las sonajas, “Maíz” es una obra que fusiona nuestras raíces y elementos más característicos e identitarios, con la modernidad y nuestro presente.Julieta Marón comparte que “Maíz” nació mientras sopesaba ideas para una beca; la pieza provino de un instante de inspiración y revelación mientras Julieta contemplaba un enorme cuadro huichol que había en casa de su madre, un cuadro que representaba la fiesta del maíz con muchas personas bailando. “Vi el cuadro y pensé, esto es lo que tengo hacer, y estructuré la pieza con tres movimientos. Afortunadamente he tenido la oportunidad de que se presente, porque muchas obras becadas se quedan guardadas”, comparte.Asimismo, Julieta Marón reconoce el orgullo de que su obra esté siendo interpretada por la OFJ en un contexto tan importante como el 8M, y que además cuente con la dirección de la talentosa Inés Rodríguez, en un programa que resaltará el talento femenino, el talento de una de las pocas mujeres compositoras que actualmente se encuentran activas en nuestro Estado, y donde ahora más que nunca es fundamental nombrar, visibilizar y compartir el arte nacido en casa, el arte hecho por nuestras mujeres.“Estoy muy contenta. No tiene comparación escuchar la obra con instrumentos reales en un escenario como ese. La verdad hasta saca la lágrima cuando uno la está escuchando. Hace mucho que no me tocaban una obra, es difícil que las acepten, entonces ahora que fui invitada estoy muy contenta”, finaliza. Quinto programa de la OFJ bajo la batuta de la directora Inés Rodríguez, el domingo 9 de marzo, 12:30 horas, en el Teatro Degollado.CT